
Los profundos recortes al presupuesto de defensa británico en la década de 2010 asestó un duro golpe a las capacidades militares del país, y una grave crisis económica a partir de 2020 ha llevado a crecientes expectativas de que el gasto en defensa al menos no verá aumentos significativos en la próxima década. El sunday times británico informó que el tamaño previsto de la flota del F-35 podría reducirse en un 65%, lo que siguió a un informe del Uk Defence Journal cerca de finales de 2020 de que podría reducirse en un 50%. También ha habido varios llamamientos desde dentro de las Fuerzas Armadas británicas para revisar los planes de adquisición e invertir en la variante F-35A mucho más barata, aunque es probable que una porción más baja de estos aviones podría construirse en Gran Bretaña y los cazas no podrían desplegarse desde los dos buques de guerra portaaviones del país. También se ha planteado la posibilidad de alquilar uno de los dos portaaviones a la Armada de los Estados Unidos debido a la escasez de F-35, aunque el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos ha operado sus propios cazas F-35B de portaaviones británicos para compensar la escasez de números. Se espera que la naturaleza de los recortes a la flota de cazas británica, que también incluye la posible retirada anticipada de una parte de sus aviones Eurofighter de cuarta generación, se aclare en la próxima revisión de defensa del gobierno.
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