domingo, 18 de octubre de 2020

Se prepara en Ghedi (Italia) la nueva ‎base para los F-35‎ por Manlio Dinucci



por Manlio Dinucci


La Unión Europea ha creado un Fondo de Recuperación (Recovery Fund) para ‎incrementar las inversiones públicas y las reformas después de la crisis del Covid-19. ‎En los diferentes países de la UE, la opinión pública creyó que ese fondo serviría para ‎financiar los sectores económicos y sociales más afectados por el impacto de la pandemia. ¡Nada de eso! En Italia, por ejemplo, una sexta parte de la “‎ayuda” –o sea, ‎‎30 000 millones de euros de un total de 209 000 millones– está destinada a la ‎industria militar y al cumplimiento de compromisos previos con la OTAN. ‎
RED VOLTAIRE | ROMA (ITALIA) | 16 DE OCTUBRE DE 2020





Según los tratados, la OTAN garantiza la seguridad de la Unión Europea. Eso implica que la ‎Unión Europea se somete a las pautas que le traza la OTAN, garantiza los trabajos necesarios para ‎el transporte de las tropas y, además, financia la alianza. ‎

Mientras la «crisis del coronavirus» sigue acumulando consecuencias socioeconómicas ‎devastadoras en Italia, una parte importante del Fondo de Recuperación (Recovery Fund) ‎no se destina a los sectores económicos y sociales más afectados sino a la industria militar.

Según lo pactado, en los 6 próximos años el Fondo de Recuperación debería aportar a Italia ‎‎209 000 millones de euros –81 000 millones en subvenciones y 128 000 millones en préstamos ‎que Italia tendrá que reembolsar con intereses. Durante la espera, los ministerios italianos de ‎Defensa y de Desarrollo Económico presentaron una lista de proyectos de carácter militar por un ‎monto de unos 30 000 millones de euros [1]. ‎

Los proyectos del ministerio de Defensa prevén destinar 5 000 millones de euros del Fondo de ‎Recuperación a los sectores de la cibernética, las comunicaciones, el espacio y la inteligencia ‎artificial, todo para uso militar. Por ejemplo, hay importantes proyectos para el uso militar de la ‎tecnología 5G, principalmente en el sector espacial con, entre otras cosas, una constelación de ‎‎36 satélites. ‎

Los proyectos del ministerio de Desarrollo Económico tienen que ver principalmente con el sector ‎aeroespacial militar y prevén el uso de 25 000 millones de euros del Fondo de Recuperación. ‎El ministerio italiano de Desarrollo Económico pretende invertir en un caza de sexta generación ‎‎(después del F-35 de quinta generación) ya designado como Tempest, aparato que define como ‎‎«el avión del futuro». Otras inversiones del ministerio italiano de Desarrollo Económico tienen ‎que ver con la producción de convertiplanos militares de nueva generación [2]. Ese ministerio invertirá también en ‎tecnologías submarinas avanzadas. ‎

También se prevén grandes inversiones en tecnologías espaciales y satélites. Varias de esas ‎tecnologías –entre ellas los sistemas de comunicación 5G– son de doble uso: militar y civil. Dado ‎el hecho que existe una superposición entre ciertos proyectos de carácter militar presentados por ‎ambos ministerios, el ministerio de Desarrollo Económico ha redactado una nueva lista que ‎permitiría reducir su propio gasto a 12 500 millones de euros. ‎

Pero el hecho es que se está programando utilizar con fines militares entre 17 500 millones de ‎euros y 30 000 millones de euros provenientes del Fondo de Recuperación, miles de millones ‎de euros que en realidad constituyen un préstamo que los italianos tendremos que reembolsar con intereses. ‎

Además de las sumas ya mencionadas también se destinarán a fines militares más de ‎‎35 000 millones de euros que los diferentes gobiernos italianos ya habían asignado para el ‎periodo 2017-2034, en gran parte dentro del presupuesto… del ministerio de Desarrollo ‎Económico. ‎

Todos esos miles de millones de hecho se suman al presupuesto del ministerio de Defensa, con ‎lo cual el verdadero monto de los gastos de Italia en el sector militar se elevan a más de ‎‎26 000 millones de euros al año, para un promedio superior a 70 millones de euros diarios, en ‎fondos públicos sustraídos a los gastos sociales. Pero Italia se ha comprometido con la OTAN a ‎aumentar esa cifra para alcanzar un promedio de alrededor de 100 millones de euros de gasto ‎militar diarios, conforme a lo que exige Estados Unidos. En definitiva, lo que permitirá ‎que Italia alcance ese incremento del gasto militar será el dinero proveniente del Fondo de ‎Recuperación [creado para enfrentar las consecuencias del Covid-19]. ‎

En primera fila entre las empresas militares que presionan al gobierno italiano para que aumente ‎los montos provenientes del Fondo de Recuperación que se desviarán hacia el sector militar ‎encontramos a la empresa Leonardo, en la que el ministerio de Desarrollo Económico posee un ‎‎30% de las acciones. Pero la empresa Leonardo está integrada al gigantesco complejo militaro-‎industrial estadounidense, encabezado por el gigante Lockheed Martin, fabricante del avión de ‎guerra F-35, en cuya producción participa Leonardo con su instalación industrial de Cameri. ‎

Leonardo se autodefine incluso como «protagonista global en materia de actividad aeroespacial, ‎defensa y seguridad», y afirma tener como misión «proteger a la ciudadanía»… cuando ‎en realidad utiliza su influencia y su poder para privar a los italianos de los recursos vitales que el Fondo de Recuperación debería aportarles y los destina a una aceleración de la “recuperación” de ‎la industria de guerra. ‎

Pero al final seremos nosotros, los italianos, quienes tendremos que reembolsar esos recursos, que ‎llegarán al país en calidad de préstamo. Y también tendremos que pagar los intereses. ‎

Así pagaremos el «avión del futuro», destinado a “protegernos” garantizándonos un futuro ‎de guerra. ‎


https://www.voltairenet.org/article211228.html

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