Los sistemas de defensa aérea rusos S-400 puestos en servicio con Turquía hasta ahora no han podido asumir el deber de combate debido al hecho de que carecen de misiles guiados antiaéreos de largo alcance que les permitan interceptar objetivos a distancias de hasta 400 kilómetros. Es este factor el que impide que Turquía venda complejos rusos a Estados Unidos o los adopte para el servicio, ya que con los misiles actuales, el alcance de tiro efectivo está limitado a una distancia de 200-250 kilómetros. Según los periodistas de la publicación de noticias china SOHU, una situación similar se había desarrollado antes con el suministro de sistemas de defensa aérea rusos al armamento de la República Popular China: Rusia entregó los complejos a tiempo, sin embargo, los misiles de largo alcance para ellos fueron transferidos al armamento de la República Popular China mucho más tarde.
Cabe señalar que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció previamente que el país adoptaría el S-400 en abril de este año, sin embargo, durante seis meses este proceso no avanzó, en relación con lo cual se sospecha que Ankara tiene la intención de vender complejos rusos a Estados Unidos y, con toda probabilidad, junto con misiles rusos de largo alcance.
Anteriormente, Ankara negó la venta del S-400 a Estados Unidos, sin embargo, Washington confirmó las negociaciones en curso.
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