En carrera. Aunque es menor al de Estados Unidos, China incrementó su gasto militar en un 8 por ciento. (AP)
Ni el popular Kalashnikov AK-47, el arma de guerra más utilizada en todo el planeta, se salvó de la ola tecnológica que inundó la nueva carrera armamentista.
Semanas atrás, China presentó el ZKZM-500, el “AK-47 láser”, una ametralladora capaz de quemar y producir “un dolor insoportable”, según sus creadores, y con precisión y alcance como para acertar a un kilómetro de distancia.
Armas láser, drones, robots, balas guiadas, ametralladoras eléctricas y misiles hipersónicos son algunos de los nuevos objetivos de las potencias. Si antes la capacidad militar se medía en la cantidad de hombres y vehículos de combate, hoy el desarrollo tecnológico marca el rumbo.
Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), la industria global armamentista movió en 2017 1,73 billones de dólares. Subió un 1,1% con respecto al año anterior y es el más alto desde el fin de la Guerra Fría. Además, la cifra equivale al 2,2% del PBI global. Sólo cinco países (Estados Unidos, China, Rusia, Arabia Saudita e India) acapararon el 60% del gato total en armas.
Se trata de un mercado en alza. Las ventas de armamento pesado entre 2013 y 2017 fueron un 10 por ciento mayores a las registradas entre 2008 y 2012.
Estados Unidos, que se consolida como primer exportador global de armas, concentra el 34% de las ventas mundiales, un cuatro por ciento más que hace cinco años. Se trata del nivel más alto desde fines de la década del ’90, según el Sipri.
Los estados de Medio Oriente, con Arabia Saudita a la cabeza, han sido los principales clientes de los norteamericanos, que en materia de exportación de armas superan a Rusia en un 58 por ciento.
Crear para la guerra
Para incrementar su poderío, los países buscan innovación. Inteligencia artificial, realidad virtual y big data están detrás de una carrera armamentista que, pese a los constantes avances tecnológicos, persigue los fines de siempre: incrementar seguridad, defensa y poder de dominación.
Estados Unidos, Rusia y China lideran el ranking de presupuestos militares y de desarrollo de armas de última generación.
Este año Vladimir Putin presentó el Sarmat, su nuevo misil intercontinental capaz de alcanzar cualquier punto de la tierra y eludir escudos antimisiles.
También presentó el Kinzhal (Puñal), un misil hipersónico portador de ojivas nucleares; un dron submarino, y otro misil impulsado por energía atómica. “Por su rapidez, ninguna de estas armas se puede interceptar con los sistemas actuales”, explicó Putin. “Rusia tiene el mayor potencial nuclear del mundo, pero nadie nos escuchó. Escuchen ahora”, advirtió.
Moscú mostró cómo el Sarmat, un misil intercontinental de más de 200 toneladas y capaz de cruzar los polos, viajó a una velocidad superior a Mach 17 (más de 20 mil kilómetros por hora) hacia su objetivo y con la posibilidad de cambiar de rumbo y altura para no ser detectado.
Tan importante como la innovación es la difusión. Y a eso Estados Unidos lo sabe. Tiempo atrás, en un video que alcanzó cerca del millón de visualizaciones, el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea mostró armas futuristas. El proyecto denominado “Loyal Wingman” incluye el desarrollo de aviones portadores de un “enjambre” de drones, “cazas” capaces de destruir aviones con un disparo de láser y misiles avanzados de microondas de alta potencia y de interferencia electrónica capaces de causar apagones tras su paso.
Peligros de la tecnología
Además, el ejército estadounidense desarrolló un concurso con premios en efectivo para tentar a desarrollares de una nueva línea de armamento.
El Army Expeditionary Technology Search (Búsqueda de Tecnología Expedicionaria del Ejército) tiene como objetivo aprovechar el desarrollo de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) para reducir costos en el sistema antimisiles, en la fabricación de vehículos para reemplazar tanques y, fundamentalmente, para reducir números de bajas en combate.
Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla, teme que la Inteligencia Artificial aplicada al campo militar derive en el desarrollo de robots asesinos y “desate la Tercera Guerra Mundial”.
“Una vez desarrolladas, las armas autónomas letales permitirán que los conflictos armados se libren a una escala mayor que nunca, y a escalas de tiempo más rápidas de lo que los humanos pueden comprender. Pueden ser armas de terror, armas que los déspotas y los terroristas usan contra poblaciones inocentes”, sostuvo el fundador de Space X, la empresa de transporte aeroespacial, quien reclama a las autoridades una intervención más firme para regular esta actividad.
China incrementó su gasto militar en un 8%y avanza a paso firme en esta carrera. Sin embargo, según el Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo, el presupuesto de los asiáticos destinado a Defensa es el 1,9% de su PBI, más bajo que el 3,3 que destinan los norteamericanos.
Pekín presentó en los últimos meses su primer portaaviones de fabricación local, un destructor con misiles guiados y sus “cazas” J-20, aviones de quinta generación con tecnología para volar sin ser detectados por los radares y a velocidad supersónica.
Para los expertos, el desarrollo chino “forzará a que Estados Unidos y sus aliados regionales reexaminen no solo sus tácticas, técnicas y procedimientos, sino también la dirección de sus propios programas de desarrollo de combate en el aire”.
Según un informe de la BBC, ese no es su único objetivo. Gracias a su competitividad, también buscan convertirse en uno de los principales exportadores de armas y drones.
EE.UU. y el mayor gasto militar en su historia
Donald Trump lo elevó a 716 mil millones de dólares.
Este año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó el presupuesto militar a 716 mil millones de dólares, que, entre otras cosas, incluye un aumento del 2,6% en los sueldos del personal militar. Además, anunció la creación de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, “la sexta rama del Ejército”, que entrará en funciones en 2020. Desde la Casa Blanca afirmaron que el objetivo de la creación de esta fuerza es detener los avances de espaciales de Rusia y China.
De Vietnam a la guerra de Afganistán
“Antes se necesitaban 100 hombres para dirigir un submarino. Ahora, una sola persona puede controlar 50 naves desde un tablero”, grafica Juan Battaleme, director de la Maestría en Defensa Nacional en la UBA, en referencia al desarrollo tecnológico.
El especialista sostiene que el primer uso militar de un dron fue en Vietnam. “Eran drones de uso táctico. Por entonces había tecnología, pero la cabeza de los militares no estaba tan preparada. Por eso su uso se discontinuó”, dice.
La primera aplicación militar de los drones se realiza a comienzos de la década de 1990, aunque sólo para tareas de vigilancia, control y espionaje. “Los primeros drones armados aparecen en la Guerra de Kosovo. Después, pos 2001, se viene una etapa de expansión en la que los drones empiezan a tener un componente mucho más destacado en el campo del combate aéreo”, agrega.
La ventaja de un dron con respecto a un avión radica en el mayor tiempo que el vehículo no tripulado puede mantenerse en combate sin descanso .
Como si fuera un apéndice de La Guerra de las galaxias, las armas láser surgen en los ’80. Por entonces, ya se empezaba a pensar en estas armas, aunque no como un instrumento letal, sino de disuasión.
“Hay quienes reportaron que los primeros usos se dieron en Afganistán en 2001, pero es algo que no puedo certificar”, señala Battaleme. Todavía el láser no se empleó a nivel militar ya que sólo se hicieron algunas pruebas.
Robots, cañones y misiles
Según el especialista, desde hace algunos años, ya hay robots terrestres desplegados en Irak y Afganistán. Su tarea, por el momento, es principalmente reconocimiento y remoción de minas.
En cuanto a los vehículos acuáticos, creció la utilización de los UUV (Unmanned Underwater Vehicle), minisubmarinos no tripulados utilizados para patrullar el lecho del mar.
Los cañones de riel electromagnético también se encuentran entre las armas con tecnología de punta. Sin embargo, por el costo energético de su puesta en funcionamiento, su utilización no se ha extendido demasiado. “Hasta donde sé, no se ha podido instalar ninguno en barcos porque consumen demasiada energía. Como artillería costera, hoy por hoy los misiles Tomahawk son más efectivos”, explica Battaleme.
Al margen de las armas modernas, el desarrollo nuclear sigue teniendo el mayor poder destructivo. “El problema es que la bomba nuclear deja muy expuesto al agresor. En cambio, las otras armas que están proliferando dan cierta ventaja de ocultamiento. Hoy, un dron con un pan de trotyl puede atacar desde cierta distancia como vimos en Venezuela”, apunta.
La guerra moderna tiene ventajas, según Battaleme. “Entre otras cosas, permite tener un mayor número de unidades de combate (drones, minisubmarinos) monitoreados a distancia y por sobre todo, involucrar a menos seres humanos”, explica.
http://www.lavoz.com.ar/mundo/nueva-carrera-armamentista-con-tecnologia-de-punta
No hay comentarios:
Publicar un comentario