martes, 31 de octubre de 2017

Colombia trabaja en las profundidades del mar

Yolima Dussán/Diálogo | 31 octubre 2017



La Fuerza Submarina de Colombia, con cuatro sumergibles, es un componente estratégico de la Armada Nacional de Colombia en la defensa y protección de las aguas territoriales. (Foto: Armada Nacional de Colombia)


Su trabajo no es visible, sus operaciones son silenciosas, su responsabilidad permanente y sus resultados constantes; se trata de la Fuerza Submarina de Colombia. Este componente de la Armada Nacional de Colombia que navega en aguas nacionales e internacionales tanto en el Pacífico como en el Atlántico cumplió 45 años de operaciones el 14 de mayo.

“La flotilla submarina forma parte de los más altos representantes del poder naval de la nación”, dijo a Diálogo el Capitán de Navío Rafael Aranguren Devia, comandante de la Fuerza Submarina de Colombia. “Los 45 años que celebramos representan la garantía para Colombia de contar con un arma estratégica de manera permanente y una responsabilidad que año tras año se mantiene activa, vigilante y en evolución.”

Conocida también como Flotilla de Submarinos del Caribe, cuenta con cuatro submarinos convencionales de ataque que se reparten las operaciones en las aguas de los dos océanos circundantes, y extienden sus capacidades a otras en donde son requeridas. La flotilla ha participado de manera activa en operaciones multinacionales como los ejercicios UNITAS, la operación Pelícano y la operación de Iniciativa Submarino Diésel Eléctrico.

Extensión del poder naval

La fuerza submarina ha realizado intercambios de entrenamiento y doctrina con Alemania, Ecuador y Perú. “Tener tripulantes de otras armadas en nuestros submarinos no es frecuente; cuando se da, obedece a una operación muy especial”, aseguró el Cap. de Nav. Aranguren. “En el ámbito regional buscamos mantener nuestra capacidad estratégica. Para lograrlo, trabajamos constantemente en la capacitación de nuestros hombres y en el mantenimiento de la flota”.

La fuerza submarina data de 1972, cuando la Armada Nacional de Colombia adquirió sus dos primeros submarinos. Los vehículos fueron bautizados como ARC Tayrona y ARC Pijao, ambos nombres de tribus indígenas colombianas, legendarias por su fortaleza y el valor de sus hombres.

Los sumergibles han sido repotenciados en el astillero de la corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial en Cartagena. Fueron desarmados en su totalidad, arregladas sus partes, reemplazadas las obsoletas y modernizados con lo último en sensores, sonares (radares) y sistemas de control, todo con profesionales colombianos.

“La vida útil de un submarino depende del respeto a los ciclos de mantenimiento”, agregó el Cap. de Nav. Aranguren. “La incorporación de tecnología es permanente, hasta el punto de tener impacto en la doctrina. En este momento los cuatro que tenemos son altamente operativos.”

Los submarinos tienen una eslora de 56 metros, una manga de seis metros y su desplazamiento es de 1.200 toneladas. Pueden efectuar todo tipo de operaciones navales con una tripulación de hasta 36 hombres y ocho oficiales, que pasan de 15 a 45 días en las profundidades.

Completan la flotilla dos submarinos más adquiridos en 2012 con una inversión de US$ 86 millones. Comenzaron a operar en 2015, tras un proceso de adecuación a las aguas cálidas del país, que duró tres años.
En el curso para ser submarinista no hay especialidades. Dura dos años y todos deben saber lo mismo. El honor es para aquellos que pasan las cuatro fases que lo componen. (Foto: Armada Nacional de Colombia)

Bautizados con nombres que ilustran las operaciones que realizan: Intrépido e Indomable, tienen capacidad para transportar 800 toneladas de peso y 23 personas a bordo. Pueden permanecer 15 días en misión sin necesidad de ser reabastecidos. El ARC Intrépido, con desplazamiento de 500 toneladas en lo que va del 2017, ya ha navegado 10.000 millas.

Un sueño que cuesta

Tres años después de la creación de la Fuerza Submarina de Colombia, en febrero de 1975, nació la Escuela de Submarinos. El centro de formación capacita a los oficiales y suboficiales que tripulan los submarinos pertenecientes a la flotilla de la Armada Nacional.

Ser submarinista es algo que muchos hombres de mar anhelan. Pertenecer a un arma estratégica con alta incidencia para el poder naval y marítimo de la nación es el sueño de muchos marinos, no siempre alcanzado por todos.

“A la escuela entra el marino que logró pasar el examen [obligatorio]: el psicológico. El candidato debe tener un perfil definido para soportar la gran presión psicológica que se vive en un espacio confinado”, explicó a Diálogo el Capitán de Navío Luis Felipe Rojas, director de la Escuela de Submarinos ‘CFESU César Neira Mora’, de la Armada Nacional de Colombia. “Después de aprobar este examen, se enfrenta al resultado de 30 pruebas médicas más, donde se hace un [examen] general de su salud”.

Solo cinco oficiales y 15 suboficiales son aceptados al curso. Son dos años de preparación. Hoy, 300 marinos han logrado el objetivo de formar parte de la fuerza submarina. “El uso, conocimiento y operación de los submarinos tiene un grado de reserva por lo cual no hay intercambio con otros países”, explicó el Cap. de Nav. Rojas.

El tiempo de un submarinista en esta unidad es largo. Serán cerca de 16 años de trabajo constante en las profundidades, con muy poca rotación debido a ser un trabajo muy especializado. Allí, en el fondo del mar, siguen un protocolo riguroso en dos turnos de seis horas cada uno con una estricta bitácora de tareas, un programa de alimentación balanceada y espacios para el esparcimiento; todo en el marco de la cultura aprendida que determina que cada tripulante esté pendiente de otro, y este de su compañero, en una cadena de trabajo cohesionado.

Todos capacitados en lo mismo

El curso para submarinista está compuesto por cuatro fases. En la primera reciben acondicionamiento físico y técnicas de escape de los submarinos. En la fase básica aprenden también el funcionamiento elemental de los diferentes sistemas a bordo. La fase avanzada implica conocimiento y uso específico de la maquinaria. Por último, en la fase práctica de embarque, el alumno aplica los conocimientos teóricos y entra en contacto permanente con las navegaciones.

“No hay especialidades”, señaló el Suboficial Tercero de la Armada de Colombia Robinson Montalbán, quien se encuentra en la última fase del curso. “El entrenamiento establece que cada submarinista aprenda a hacer el trabajo del compañero. Es la forma de ser totalmente integrales”.

“Tras 45 años de acción ininterrumpida de la flotilla, lo primero que uno siente es mucho orgullo; un orgullo colectivo, porque esta unidad en la Armada Nacional tiene un alto espíritu de cuerpo y un alto grado de compañerismo”, agregó el Cap. de Nav. Rojas. “Tener que convivir en largas travesías encerrados en un espacio de 56 metros, donde cada tripulante entiende que de su función depende la supervivencia de la tripulación, conlleva un alto grado de profesionalismo y cohesión.”


https://dialogo-americas.com/es/articles/colombia-works-deep-beneath-sea

1 comentario:

  1. Domingo, 05 de noviembre de 2017
    Imágenes de satélite del día: submarino de ataque nuclear tipo 093 (clase Shang) con VLS
    Los chinos refieren a este nuevo submarino con VLS como un Tipo 093B, la misma clase también se conoce como Type093G en el Oeste. No importa cuál sea su designación real, este "Subway foot-long" tiene una autonomía extendida para aprovisionar hasta 12 misiles de crucero CJ-10. El misil de crucero CJ-10 tiene un alcance de más de 1,500 KM, también se puede lanzar desde DDG, camiones terrestres y H-6.

    Gracias Forbin por las fotos y la actualización. Ubicación para esta foto 36 ° 6'28.81 "N120 ° 35'0.03" E

    http://china-defense.blogspot.com.es/2017/11/satellite-photo-of-day-type-093-shang.html

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