24 de marzo de 2015 Denís Kungúrov, para RBTH
Esta semana, el distrito militar meridional del ejército ruso recibió nuevos sistemas de radares, conocidos como radares ‘Aistenok’, para el rastreo y control del fuego de artillería
Se presenta esta semana un nuevo sistema para poder ser utilizado por pequeños batallones. Fuente: servicio de prensa
Este sistema destaca por la eficacia demostrada en agrupaciones móviles trasladadas a destinos estratégicos en guerras locales. Se ha diseñado para el uso en pequeñas compañías y batallones, y es capaz de detectar disparos y tecnología militar tanto en tierra como en el aire.
El principal objetivo del equipo 1L271 es facilitar el trabajo de las unidades de artillería, concretamente mediante la detección de las coordenadas de la artillería enemiga para poder ajustar el fuego propio.
Este radar fue diseñado por el fabricante de sistemas de defensa antiaéreaAlmaz-Antéi. Pesa 135 kg y está compuesto de varios módulos, lo que permite a los grupos de reconocimiento desplazar el dispositivo ‘Aistenok’ dentro de un vehículo e incluso cargar con él, en cuyo caso harían falta entre tres y cuatro personas.
El montaje y puesta en marcha del equipo no lleva más de cinco minutos. La estación de radar consta de un trípode con mecanismo de apoyo giratorio, un transceptor con antena, un generador eléctrico con bloque de alimentación, un bloque de procesamiento primario de la información recabada, un mando de control remoto y una radio. Todos los elementos del sistema están unidos por cables.
La información sobre los modos de radar y otros datos relevantes se pueden leer en la pantalla a color del mando de control remoto y la radio permite transferir los informes de detección de objetivos. La estación utiliza la gama centimétrica. A pesar de la ausencia de mecanismos propios de viraje, la antena permite realizar el reconocimiento en un sector de 60 grados azimut.
“Se trata de un sistema pequeño en cuanto a potencia, pero con mucha movilidad y difícil de detectar”, comentó a RBTH el experto militar y coronel retirado Mijaíl Timoshenko. El complejo permite descubrir la posición enemiga mediante el cálculo del número y la trayectoria de los disparos. La detección de objetivos se puede realizar hasta una distancia de entre 200 m y 20 km.
El sistema ‘Aistenok’ puede ejecutar operaciones divididas en tres niveles, según el tipo de detección que se requiera y su complejidad. En las distancias más cortas, puede rastrear proyectiles de mortero de entre 81 y 120 mm. Además, el sistema calcula de manera automática los parámetros de vuelo de los proyectiles y determina su punto de partida o el lugar de caída. Al calcular el punto de partida, se puede reajustar la trayectoria de disparo en el contraataque.
Cuando se trabaja con mortero, la distancia máxima de detección se reduce a 5 km. En tales distancias, el equipo es capaz de identificar las secciones ascendentes o descendentes del proyectil y calcular las coordenadas del mortero. La distancia mínima a la que el sistema 1L271 puede detectar un mortero es de 750 m.
El equipo determina la posición del objetivo con una precisión de hasta varias decenas de metros. El margen de error dependerá del tipo de objetivo fijado. Incluso con un error de referencia topográfica de entre 3 y 5 metros, el equipo puede calcular la ubicación del mortero enemigo con una precisión de hasta 30 m.
Además, el sistema resulta muy efectivo para el rastreo de disparos de artillería con armas de calibre entre 122 y 152 mm. La radio determina la posición de las explosiones y calcula la ubicación de los proyectiles a una distancia de 10 km, ajustando después el fuego.
La tercera función del radar es la detección de objetivos móviles de tecnología militar pesada. Por ejemplo, tanques. Esto permite a la artillería recibir información sobre la ubicación de los tanques enemigos en un radio de hasta 20 km.
Además de estos pequeños radares de reconocimiento, las fuerzas armadas rusas cuentan también con otros sistemas más potentes, aunque, precisamente por su movilidad, el ‘Aistenok’ aumenta considerablemente la potencia de fuego de la artillería.
Un sistema como el ‘Aistenok’ gozaría de gran popularidad entre las milicias del Donbass. Por esta razón, la dotación con nuevos radares del ejército ruso fomentará el debate sobre la necesidad de enviar o no armamento a Ucrania y suavizará las posturas más radicales.
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