EEUU puede desplegar bombarderos pesados de largo alcance en las bases de Darwin y Tindal, en el Territorio del Norte, una provincia de Australia, informó el martes la cadena ABC, que citó al General Lori J. Robinson, jefe de la Fuerza Aérea de EEUU en el Pacífico. Este último justificó la medida afirmando que ésta era una respuesta a lo que calificó de “expansión militar de China en la región de Asia y el Pacífico”.
En la actualidad, los gobiernos de EEUU y Australia están llevando a cabo negociaciones de alto nivel para situar bombarderos estadounidenses B-1 y aviones cisterna en el Territorio del Norte (Australia). A esto hay que añadir que bombarderos B-52 vuelan de forma rutinaria a las mencionadas bases. A finales de 2012, un avión B-2 Spirit, el más sofisticado de la Fuerza Aérea de EEUU, aterrizó en Darwin.
La Fuerza Aérea de EEUU ha desplegado además tres bombarderos estratégicos B-2 de la base militar Whiteman (estado de Misuri) en la región de Asia-Pacífico, informó, por su parte, Air Force News. Se trata concretamente de la base naval de Diego Garcia, un territorio británico del Océano Índico.
Todo este despliegue se añade a los medios militares situados por EEUU en Japón, Corea del Sur y Guam, en lo que constituye una red de bases destinada a cercar a China, preparar una guerra contra este país y provocar un bloqueo de las rutas marítimas por las que el país asiático recibe materias primas y petróleo procedentes de Oriente Medio y África.
El año pasado, el secretario de Defensa adjunto de EEUU, David Shear, anunció ya que el Pentágono quería enviar bombarderos B-1 y aviones de vigilancia a Australia. El B-1 puede llevar misiles de crucero con cabeza nuclear y bombas de precisión.
Recientemente, EEUU envió un portaaviones, el USS John C. Stennis, con su grupo de combate a aguas cercanas a los islotes chinos del Mar de la China Meridional. Washington envió anteriormente destructores que violaron el espacio marítimo chino de 12 millas náuticas alrededor de los islotes, lo cual motivó una protesta de Pekín. En diciembre, un B-52 voló también dentro del límite territorial de las aguas chinas.
El posible despliegue de los bombarderos B-1 en Australia ha causado crispación en este país. El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, del Partido Liberal, ha sido criticado por la oposición laborista y organizaciones civiles por el creciente despliegue militar norteamericano y su alianza con EEUU frente a China, que es en la actualidad el mayor socio comercial de Australia.
Turnbull parece ser más reticente que su antecesor, el ex primer ministro, también liberal, Tony Abbott, que estuvo considerado como el más firme defensor de la estrecha alianza militar entre Australia y EEUU. Turnbull, un banquero con estrechas conexiones económicas con China, advirtió en 2011 contra una “ciega fascinación hacia el líder del mundo libre”. Sin embargo, él parece haberse plegado a las presiones de los sectores de su partido favorables a la alianza.
Reacción china
Por su parte, China mostró su preocupación el miércoles acerca del plan de despliegue de los bombarderos nucleares estratégicos en Australia.
“Estamos preocupados acerca de estos informes”, dijo el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Hong Lei a los periodistas. Él dijo que la cooperación militar entre EEUU y Australia debería de estar dirigida a proteger la paz y estabilidad en la región en lugar de buscar dañar los intereses de una tercera parte.
En este sentido, el semanario nacionalista chino Global Times señaló que EEUU busca convencer a australianos y japoneses para que lleven a cabo patrullas conjuntas en las aguas del Mar de la China Meridional para incrementar la presión sobre China en este escenario. Estos dos países, sin embargo, no parecen muy entusiasmados con la idea.
El semanario considera que “Washington se ha situado ya en la primera línea de las disputas del Mar de la China Meridional. En nombre de la libertad de navegación, EEUU está creando fricciones con China”.
Los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) no parecen tampoco dispuestos a acompañar a Washington en su política porque “han comprobado que la presencia militar de EEUU no busca crear un equilibrio con China, sino obligar a la ASEAN a tomar partido por uno de los dos y convertirla en un peón frente a China”.
El semanario termina citando al periódico The Sydney Morning Herald, que señala que el despliegue de los bombarderos norteamericanos no hará de Australia un país más seguro, sino que podría convertirla en objeto de represalias militares chinas en caso de conflicto. Esta actitud australiana podría dañar también la implementación del tratado de libre comercio entre Australia y China, advierte Global Times.
http://www.almanar.com.lb/spanish/adetails.php?eid=122098&cid=24&fromval=1&frid=24&seccatid=25&s1=1 |
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