EEUU no se ha unido a las expresiones internacionales de alegría por el inicio de la operación del Ejército sirio para tomar Palmira. El Departamento de Estado de EEUU dijo el 24 de Marzo que “no daba la bienvenida” a los esfuerzos de las fuerzas del gobierno sirio para retomar la ciudad de Palmira y liberarla del yugo del EI.
En una conferencia de prensa, el portavoz del Departamento, Mark Toner, dijo que EEUU apoyaba todos los esfuerzos para combatir al EI pero no daba la bienvenida al ataque de las fuerzas del Ejército sirio en la ciudad. Él acusó al gobierno sirio de “realizar actos de violencia contra su propio pueblo” y dijo que “reemplazar a la barbarie del EI por la tiranía de (el presidente Bashar al) Assad no es una buena solución”.
Estas declaraciones coincidieron en el tiempo con la publicación de un reportaje en el periódico francés Le Monde que incluye testimonios y documentos y que afirma que la Inteligencia estadounidense fue consciente del crecimiento del EI en Siria y pudo impedirlo, pero escogió no hacerlo. El periódico francés apunta a la existencia de una “relación oculta” entre la Inteligencia estadounidense y el EI.
Según el reportaje, elaborado tras semanas de investigación en Turquía, la oposición siria ha confirmado que EEUU recibió información detallada sobre los movimientos del EI. Sin embargo, prefirió ignorarla en cada ocasión, incluso después del inicio de la guerra oficial contra el grupo terrorista en septiembre de 2014.
Los opositores sirios afirman que ellos enviaron durante dos años información detallada a la CIA a través de una red de informantes en el campo de batalla, incluyendo mapas y fotos de posiciones del EI. Cuando aquellos preguntaron a los norteamericanos qué estaban haciendo con la información, sus interlocutores señalaron que ella estaba siendo suministrada a “los que toman las decisiones”.
Según Le Monde, las informaciones incluían un mapa sobre la localización de las oficinas del EI en Raqqa, puntos de control y fortificaciones del grupo etc.
En 2014, algunos grupos opositores consultaron a Washington sobre un plan de ataque contra el EI en la provincia de Alepo, pero EEUU lo retrasó una y otra vez hasta que fue finalmente cancelado. En el norte de Latakia, los opositores transmitieron información sobre un campo de entrenamiento del EI, incluyendo coordenadas de GPS e imágenes, así como los números de teléfono y otros detalles de sus líderes, pero el campo no fue atacado.
Los convoyes del EI que llevaron fuerzas para tomar Palmira en mayo de 2015 no fueron tampoco bombardeados por EEUU, lo que hubiera probablemente impedido al grupo tomar la ciudad. Todo el mundo conocía la existencia de este convoy y su destino. Lo mismo ocurrió con los convoyes de petróleo del EI que han estado circulando sin probelmaas hacia Turquía en estos años.
El reportaje de Le Monde muestra también de forma indirecta la absoluta dependencia del llamado “Ejército Sirio Libre” de Washington y sus aliados y su intento de hacer que los norteamericanos actuaran en su favor. Sin embargo, el artículo señala que la ausencia de cualquier acción contra el EI despertó en sectores opositores sirios sospechas sobre cuáles eran las intenciones reales de EEUU en Siria.
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