Las calles de Gaza siguen siendo testigos de la destrucción, un año después de la guerra. REUTERS/Suhaib Salem.
Hace exactamente un año, una nueva guerra estallaba en la Franja de Gaza, la tercera en seis años. Durante este conflicto, el más largo, el más mortífero y el más destructor, 2.251 palestinos fueron asesinados, de los cuales 551 eran niños. Doce meses después, la población sigue a la espera de una reconstrucción durable.
Hace exactamente un año, las bulliciosas calles de gaza se vaciaron y fueron escenario de una violenta ofensiva que dejó un saldo de 2.200 muertos palestinos, la mayoría de ellos civiles. En el enfrentamiento entre el ejército israelí y el movimiento de resistencia islámico Hamas fallecieron además 70 israelíes, principalmente militares.
Un año después, la franja sigue en ruinas y aislada del mundo debido a un severo bloqueo israelí y la desolación y la falta de esperanza invade a sus 1,8 millones de habitantes.
Pese a las promesas de la comunidad internacional, los fondos financieros tardan en llegar a Gaza y existe un miedo entre los donantes de que un nuevo conflicto vuelva a destruir costosos proyectos. Además, el bloqueo impuesto por Israel tampoco ayuda a la reconstrucción.
Calles enteras de Gaza siguen en ruinas, como si la guerra hubiera terminado ayer. Hay centenares de personas viviendo entre los escombros, el desempleo es de más del 42% de la población activa pero alcanza el 70% entre los jóvenes y más de 870.000 habitantes de la Franja comen gracias a la ayuda humanitaria.
Hay niños en Gaza que ya han vivido tres guerras. Los traumas, según la ONU, serán más difíciles de resolver que la destrucción física. Según UNICEF, 370.000 niños y jóvenes de Gaza necesitarían en este momento apoyo psicológico.
http://www.espanol.rfi.fr/oriente-medio
No hay comentarios:
Publicar un comentario