6 de abril de 2015 Alexander Korolkov, para RBTH
En la ofensiva para liberar la ciudad de Tikrit unieron sus fuerzas tropas iraquíes e iraníes. Los primeros contaban con el tanque estadounidense M1A1M Abrams, y los segundos con el T-72C.
Fuente: military.ir
A finales de marzo una impresionante foto apareció en internet: se trataba del tanque estadounidense M1A1M Abrams, perteneciente a las Fuerzas Armadas iraquíes, y el tanque T-72C ruso, del ejército chiita de Irán, llevando a cabo un ataque conjunto para liberar la ciudad iraquí de Tikrit, ocupada por el Estado Islámico (ISIS).
Estos veteranos de la Guerra Fría, que estuvieron amenazándose mutuamente desde uno y otro lado del Telón de Acero, ahora, al final de sus carreras, han unido sus fuerzas para enfrentarse a un enemigo común.
Lo más probable es que los tanques que se ven en la foto sean parte del ejército chiita apoyado por Irán. La imagen muestra hasta qué punto el caos que asola la región ha hecho que todo se confunda.
EL T-72C es la versión modernizada para exportación del tanque T-72. Tiene unos 30 años y forma parte de las Fuerzas Armadas iraníes, el único ejército extranjero que compró este tipo de modificación. El acuerdo comercial se cerró en noviembre de 1991 y fue el marco para la producción bajo licencia de 1.000 T-72C en Irán. Antes de la concesión de esta licencia, los tanques eran exportados a Irán directamente desde la fábrica. Cien tanques fueron enviados al país en 1993.
En Irak, incluso después de la ocupación de EE UU, el Gobierno siguió mostrando interés en los vehículos blindados rusos, para los que estaban entrenadas las tropas nacionales. El Ejército iraquí aún recibe vehículos de este tipo desde países del Este de Europa. Pero en febrero de 2013, el exministro iraquí de Defensa, el Teniente General Abdul Qadir Mohamed Jasim Obeidi Al Mifarji, anunció que el Ejército no seguiría comprando “tanques a países del Este” porque eran “bombas sobre raíles”.
Con ello quería decir que la munición detonaría en cuanto hubiese un mínimo impacto en el blindaje, como de hecho sucedía a menudo en las escaramuzas de la Guerra del Golfo en las que participaban estos tanques.
Mientras tanto, desde 2010 a 2013, las Fuerzas Armadas iraquíes recibieron 146 tanques M1A1M Abrams del Ejército de EE UU y en diciembre de 2014 el Pentágono anunció que otros 175 vehículos modernizados.
Pero el inicio de la actividad militar contra ISIS interfirió en estos planes e Irak, según parece, vuelve a estar interesado en los “tanques del Este”. También ha resultado que, en las batallas contra ISIS, los tanques soviéticos son perfectamente válidos, especialmente en lo que concierne a la posibilidad de seleccionar a la tripulación y de encontrar repuestos. La prensa checa ha sido informada de que una compañía local llamada Exalibur Army (parte del Grupo Excalibur) pronto empezará a suministrar a Irak tanques T-72 renovados y maquinaria de combate BMP-1 para infantería procedentes del Ejército checo.
La situación del armamento en Irak es complicada. Los multimillonarios contratos de suministro de armas entre los EE UU y el Gobierno iraquí no se están cumpliendo. Según Hakim Al Zamili, responsable del Comité Parlamentario de Seguridad y Defensa de Irak, el país no solo no está recibiendo los prometidos bombarderos F-16, helicópteros Apache y vehículos blindados, sino tampoco el armamento ligero y medio. Los contratos de 2008 estipulaban que los EE UU no solo estaban obligados a suministrar esta tecnología, sino también a formar al personal militar.
Esto ha llevado a Rusia e Irán a salir en ayuda de Irak. A diferencia de los EE UU, Rusia e Irán no están a un océano de distancia de la zona de conflicto y corren el riesgo de tener problemas internos en el caso de que el Estado Islámico salga victorioso.
En verano de 2014, en un periodo de tiempo relativamente breve, Rusia suministró a Irak más de 10 cazas Su-25 para ataques terrestres, los nuevos helicópteros MI-28 y lanzallamas propulsados Solntsepek TOC-1A. Estos últimos están modelados sobre el tanque de combate T-90C y, según fuentes periodísticas del país, el Ejército iraquí quedó tan satisfecho con la calidad de su blindaje que está considerando adquirir los T-90C y BMOP-72 Terminator, también basados en el T-90C (o el T-72), ya que se revelarían muy útiles para recuperar las ciudades tomadas por el ISIS.
Mientras tanto, el Ejército del país está disfrutando de una oportunidad única para comparar los T-72C y los M1A1M Abrams en pleno campo de batalla.
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