En riesgo: la entrega de los últimos misiles Spike, el avión B707, el visor del casco de los F-18 y los UAV
La “paralización cautelar” de las exportaciones de armas a Israel puede significar golpe mucho mayor para España que para el estado de Oriente Próximo. Mientras que la suspensión española de los envíos no afectará prácticamente al estado hebreo, la dependencia tecnológica nacional con respecto al país es muy importante.
El gesto del Gobierno, de carácter eminentemente político, ha provocado un estado de preocupación en círculos militares españoles, según ha podido saber El Confidencial Digital. Se entiende que la medida trasciende en este caso el ámbito simbólico y afecta directamente a la industria militar española y a la propia seguridad futura del Ejército.
Esto se debe a que, a diferencia de los embargos similares de este mismo año a Egipto, Venezuela y Ucrania, con los que España no tiene relaciones comerciales de tanto calado en el sector militar,Israel es uno de los principales proveedores de tecnología estratégica para las Fuerzas Armadas.
Según explican las fuentes consultadas por ECD, algunos de los aparatos bélicos nacionales más importantes utilizan avanzados sistemas israelíes, o bien son directamente fabricados allí. Es el caso de los misiles Spike, el avión B707 TM. 17, el visor del casco de los F-18 (aquellos que fueron modernizados en 2009) y los drones Searcher Mk III J.
Misiles Spike
Los misiles Spike ER y LR son armas de largo alcance que pueden usarse sobre plataformas portátiles y vehículos terrestres o aéreos (los emplean los helicópteros Tigre, por ejemplo). España firmó un contrato con la empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems en 2006. Establecía que serían fabricados y montados en España por Santa Bárbara, para después ser entregados al Ejército.
Sin embargo, eso no significa que España sea independiente. Como es costumbre en este sector, la tecnología no se comparte: las piezas clave son fabricadas en Israel, para después ser enviadas a España.
El problema, alertan fuentes militares, es que no todos los misiles contratados han sido entregados por Israel. Concretamente, España está pendiente de recibir varias decenas de los 2.600 adquiridos.
Fuentes de Santa Bárbara han confirmado a ECD que, aunque el contrato está “prácticamente terminado”, todavía no se han entregado todos los componentes de los misiles, ni todos los lanzadores.
B707 y F-18
El problema con los demás aparatos militares importantes es diferente: aunque ya están operativos en España, cualquier problema en su funcionamiento puede suponer graves inconvenientes, puesto que, por contrato, tienen que ser enviados a Israel en caso de avería.
Así ocurre con el avión B707 TM. 17, uno de los más importantes de la flota aérea española. Es el más destacado activo nacional para la guerra electrónica, y por tanto especialmente relevante paraInteligencia. Su equipamiento interno fue fabricado por la compañía israelí Elta Electronic Industries, en colaboración con Indra.
Lo mismo sucede con el visor del casco de los F-18 modernizados en 2009, es decir, los del Ala 15 y Ala 12 del Ejército del Aire, y con los drones Searcher Mk III J, que fueron empleados en Afganistán.
Posibles represalias israelíes
La suspensión de las exportaciones de material de Defensa es económicamente poco relevante para España. En 2013, estos envíos ascendieron a 4,9 millones de euros en concepto de componentes de pistolas deportivas (que después serían exportadas a EE.UU.), componentes de un misil para el Ejército, vehículos todo terreno, espoletas de granadas, sistemas electroópticos de morteros y un prototipo de un sistema de dirección de tiro (para las FF.AA de Indonesia)
El principal escollo, según explican a ECD fuentes de Defensa, es la posible reacción israelí a la decisión del Gobierno español. Las empresas militares hebreas, aseguran estas fuentes, son especialmente rencorosas. Afirman que Israel devolverá la afrenta de alguna manera. Las consecuencias, vista la relación de dependencia española, pueden ser serias.
Las mismas fuentes militares citan un ejemplo: un empresario español de INAER, la empresa española dedicada a servicios de emergencia aérea. Tras una avería, contactaron con la empresa israelí fabricante del componente dañado. Se produjo un desencuentro acerca de los términos de la reparación, y el servicio, que debería haber sido completado en pocos días, se retrasó hasta los seis meses.
De momento, el embargo armamentístico es temporal, no total. A falta de ver cómo evoluciona el conflicto palestino-israelí, muchos militares depositan sus esperanzas en que éste termine pronto; no solo por razones humanitarias, sino también por el bien de la industria militar española
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