El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el martes en rueda de prensa. EFE
EFEMoscú | KievActualizado: 23/04/2014 18:02 horas
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió hoy de que un ataque a ciudadanos rusos es igual que atacar a Rusia, en una entrevista con el canal de televisión RT.
"Si nos atacan, desde luego, responderemos. Si nuestros intereses legítimos, si los intereses de los rusos, son atacados directamente, como ocurrió en Osetia del Sur, no veo otra vía que responder de conformidad con el derecho internacional", dijo el jefe de diplomacia rusa.
Lavrov recalcó que "atacar a los ciudadanos rusos es atacar a la Federación de Rusia".
Rusia invadió en agosto de 2008 la región separatista georgiana de Osetia del Sur, con el argumento de que debía proteger a sus habitantes de origen ruso.
El pasado 21 de marzo, se anexionó la región ucraniana de Crimea, cuya población rusohablante votó en referéndum por la separación de Ucrania tras rebelarse contra sus nuevas autoridades, en el poder desde que el 22 de febrero fue destituido el presidente Víktor Yanukovich.
La rebelión de los ucranianos de origen ruso se ha extendido a otras zonas del sureste de Ucrania, como Donetsk.
El ministro de Exteriores ruso desestimó las acusaciones occidentales acerca de que Rusia acumula fuerzas militares junto a las fronteras de Ucrania con fines agresivos.
"Nuestras tropas se encuentran en nuestro territorio. Han participado en unos ejercicios militares, que tienen carácter regular desde que (en 2012) Serguéi Shoigu encabezó el Ministerio de Defensa", explicó.
Recordó que el año pasado se realizaron ejercicios militares en Siberia y en la parte oriental de Rusia y que, luego, se llevaron a cabo maniobras en el centro del país, en las proximidades de Ucrania.
"Creo que se están planeando nuevos ejercicios en el noroeste de Rusia", agregó.
Según el canciller ruso, se trata de un "proceso continuo, porque el Ejército debe estar preparado y sentirse en forma".
Un acuerdo no cumplido
Por su parte, la Cancillería ucraniana ha acusado al Kremlin de boicotear el cumplimiento de los acuerdos de Ginebra, que penden de un hilo por la negativa de las milicias prorrusas a deponer las armas y desalojar los edificios gubernamentales.
"Kiev ve un boicot total de los acuerdos de Ginebra por parte de Rusia y una absoluta falta de deseo de cumplirlos", señala el comunicado del Ministerio de Exteriores de Ucrania.
Ucrania asegura que esta semana envió a la parte rusa un documento con los pasos que ha dado Kiev para contribuir a estabilizar el este del país, donde los prorrusos se han sublevado contra el Gobierno central.
Entre otros pasos, Kiev ha aprobado una ley sobre amnistía para los insurgentes que depongan las armas y desocupen los edificios oficiales, y ha iniciado un debate en la Rada Suprema (Parlamento) para la reforma de la Constitución.
Al mismo tiempo, la Cancillería añade que solicitó a Moscú información sobre los "pasos prácticos" que Rusia, como firmante de los acuerdos de Ginebra, ha dado para reducir la tensión en las regiones orientales.
"Por ahora, la parte rusa no nos ha dado una respuesta", añade la nota oficial.
Lavrov ha respondido que "Kiev no ha cumplido nada de lo que tenían que empezar a cumplir de lo acordado en Ginebra".
Los rebeldes, fuera de control
Y, en relación a su compromiso de persuadir a las milicias prorrusas para que entreguen las armas y liberen los edificios oficiales que han tomado en varias ciudades de Donetsk, Lavrov reconoció la incapacidad de Moscú.
"Nosotros no tenemos ninguna autoridad moral ni ninguna herramienta de influencia en el sureste de Ucrania", dijo durante una entrevista con el canal de televisión RT.
Ucrania reanudó hoy la fase activa de la operación antiterrorista en el sureste del país en cumplimiento de la orden anunciada el martes por el presidente interino ucraniano, Alexandr Turchínov.
Las fuerzas de seguridad hallaron ayer cerca de Slaviansk el cadáver de un desaparecido diputado local del partido gobernante, Batkivschina (Patria), lo que se sumó al tiroteo contra un avión militar que realizaba un vuelo de reconocimiento sobre esa localidad.
Las localidades de Slaviansk y Kramatorsk, convertidas en baluartes de la protesta prorrusa en el sureste de Ucrania, son el objetivo principal de la operación antiterrorista lanzada por Kiev la pasada semana y suspendida durante la Pascua ortodoxa.
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