Al contrario de lo que se pueda creer, la guerra bajo el mar nunca quedó en el olvido, solo se ha adaptado a las nuevas circunstancias que, en cada momento, dictaba la estrategia global
USS Delaware (SSN 791) clase Virginia (US NAVY)
Se trata sin duda de un contrato naval histórico y se manejan cifras astronómicas. La US Navy, marina de guerra norteamericana, ha encargado la construcción de nueve submarinos, ocho de los cuales son de un diseño mejorado que incrementará sus capacidades estratégicas. Tras los nuevos y carísimos portaaviones y con el esperado concurso que proporcione al menos 20 nuevas fragatas, queda claro que el refuerzo naval norteamericano es una realidad y como veremos, estos nuevos submarinos aportarán importantes capacidades multipropósito a la marina americana.
Al contrario de lo que algunos puedan creer, la guerra bajo el mar nunca quedó en el olvido, tan solo evolucionó y se adaptó a las nuevas circunstancias que, en cada momento, dictaba la estrategia global. La Guerra Fría marcó un período definido donde la lucha submarina tomó un protagonismo enorme. Era lógico, pues, incapaces de superar y ni tan siquiera igualar al poderío naval de superficie norteamericano, la antigua URSS optó por dedicar su mayor esfuerzo a la guerra submarina. Nada nuevo. Fue exactamente la misma estrategia seguida por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras la desintegración soviética pudo parecer que la guerra submarina era cosa del pasado y en cierta medida fue así, solo que en lugar de desaparecer se adaptó y las prioridades cambiaron a las nuevas amenazas. Estas pasaron a ser los pequeños submarinos convencionales (SSK), unos ingenios hoy en día casi al alcance de cualquiera. Baratos, muy escurridizos y que en las manos no adecuadas podrían causar enormes trastornos al tráfico naval. Así muchos países, España entre ellos, redujeron sustancialmente sus medios para luchar contra los grandes submarinos. Y ahora el desarrollo continua.
USS John Warner (SSN 785) de la clase Virginia Bloque III (US NAVY)
Una potente flota submarina
La US Navy opera una gran flota submarina, la mayor del mundo. Es una flota muy numerosa, 70 submarinos en activo, todos ellos de propulsión nuclear (SSN), muy homogénea (con pocos tipos), moderna y eficaz. Frente a estas cifras, Rusia despliega un total de 56 submarinos, de los cuales 34 son nucleares (SSN) y 22 son modelos convencionales (SSK), cifras que se podrían incrementar hasta los 62 si contamos los modelos experimentales, como por ejemplo el
AS-31 Losharik. Pero Rusia utiliza un gran número de tipos, versiones y variantes, algunos son modelos muy obsoletos y otros, en cambio, tan modernos que no terminan de cuajar.
Tan solo son cuatro tipos de submarino los que navegan bajo las barras y estrellas y se dividen en dos grandes grupos: los denominados 'Fast Attack' (modelos de ataque) y los Lanzamisiles o SSBN (Ship, Submersible, Ballistic, Nuclear). De los primeros hay tres tipos: la clase 'Los Ángeles' con 32 buques en activo, la clase 'Seawolf' con 3 unidades y la clase 'Virginia', los más modernos, con 17 unidades en servicio.
USS Alabama (SSBN 731) clase Ohio (US NAVY)
Los submarinos lanzamisiles son los de la clase 'Ohio', con 18 buques en activo. De estos, los buques de la clase 'Los Ángeles' están siendo paulatinamente retirados y reemplazados por los nuevos 'Virginia'. Además hay 14 del tipo SSBN, armados con 24 SLBM (submarine-launched ballistic missiles) o misiles balísticos del tipo TRIDENT II D5, un ingenio que una vez lanzado despliega 12 cabezas de guerra autónomas, cada una capaz de atacar un objetivo diferente. Por último hay otros 4 submarinos que, por los tratados de no proliferación de armas nucleares, se reconvirtieron a submarinos lanzamisiles guiados (SSGN), cambiando sus ingenios nucleares TRIDENT por un total de 154 misiles de crucero TLAM (Tomahawk Land Attack Missile), misiles tácticos contra objetivos en tierra.
La clase 'Los Ángeles' fueron, en su día, los mejores del mundo para actuar como 'hunter Killers', verdaderos cazadores de submarinos rusos lanzamisiles. Son unidades de 110 metros de eslora y con un desplazamiento de 7.000 toneladas en inmersión. Han sido (y son) buques silenciosos y bien armados. La clase 'Seawolf' iba a sustituir a los buques 'Los Ángeles'. Iban a ser (son) unos buques grandes, más avanzados y más caros que sus predecesores, con más de 9.000 toneladas en inmersión y un coste de más de 3.000 millones de dólares por unidad, pero nacieron en el momento más inoportuno (el fin de la Guerra Fría) y se cambiaron por los protagonistas de la última noticia, los Virginia.
La clase 'Virginia'
Cuando se habla de la Clase 'Virginia' no se pueden dar datos de un solo tipo de buque pues es un modelo, como decíamos, muy versátil y que ha ido evolucionando con los diferentes 'flights' o grupos de unidades construidas. Las diferencias entre un grupo y otro pueden ser bastante diferentes y por ello, al referirse a ellos, hay que especificar a qué 'Block' o bloque pertenecen.
La primera unidad, el USS Virginia (SSN 774) se entregó a la US Navy en octubre de 2004 y forma con el USS Texas, USS Hawaii y USS North Carolina el denominado Bloque I. Fueron los primeros submarinos donde se utilizó la construcción modular en lugar de construir entero el casco de presión, lo que obligaba luego a trabajar con incomodidad en su interior. Tienen una eslora de 115 metros, un desplazamiento de 8.000 toneladas y un coste (los primeros bloques) inferior a los 2.000 millones de dólares.
USS Minnesota (SSN 783) de la clase Virginia, cargando un torpedo Mk 48 (US NAVY)
Los nuevos 'Virginia' introdujeron muchas mejoras tecnológicas. Entre ellas destaca el empleo del UMM (Unified Modular Masts) o sistema de mástil modular. Este sistema integra en un único mecanismo los distintos mástiles que utilizaban hasta entonces los submarinos, logrando un ahorro de espacio al integrar mástiles de visión, radar, sensores, 'snorkel' (toma de aire en inmersión), etc. En los 'Virginia' se integró un mástil 'snorkel', dos mástiles (o antenas) de comunicación, dos mástiles de comunicación satelital, el radar AN/BPS-16, el equipo de guerra electrónica AN/BLQ-10 y, muy importante, dos mástiles “fotónicos”.
Los mástiles “fotónicos” u “optrónicos” representan una innovación muy importante para un submarino pues reemplazan el clásico periscopio óptico por un conjunto de cámaras y sensores que trasladan la visión del exterior al interior de la cámara de combate. Los “Virginia” fueron los primeros submarinos en incorporar de manera plenamente operativa este desarrollo, que tiene importantes ventajas.
USS Annapolis (SSN 760) lanzando un Tomahawk Land Attack Missile (TLAM) (US NAVY)
La primera es que en el periscopio tradicional el conjunto es un largo tubo mecánico que atraviesa el casco de presión, generando una debilidad en el mismo, a la vez que obligaba a situar la cámara de combate en una posición elevada, cercana a la curvatura del casco. El mástil fotónico obvia todo esto. Sus dimensiones son muy reducidas y solo necesita que un cable de señal llegue a la cámara de combate, que en los “Virginia” se situó una cubierta por debajo permitiendo que fuese mucho más grande y funcional. Estos mástiles, además, integran visión en color e infrarroja.
Su armamento original (Block I y II) estaba formado por un lanzador vertical de misiles (VLS) de 12 celdas más 4 tubos lanzatorpedos de 533 mm, pudiendo utilizar torpedos Mk 48, misiles UGM-109 Tactical Tomahawks y
misiles Harpoon antibuque. En los Bloque III y IV se reemplazó el VLS por dos tubos denominados VPT (Virginia Payload Tube) de gran diámetro, cada uno capaz de lanzar seis misiles de crucero Tomahawk. Otras variaciones entre los cuatro primeros bloques afectan a aspectos tecnológicos y de sistemas, como sonares avanzados tipo LAB (Large Aperture Bow), mejoras en aspectos de mantenimiento y otros.
Bloque V. Avanzados y caros
El encargo de nueve unidades más de la clase 'Virginia' se anunció hace apenas unos días y supone un total de 22.000 millones de dólares, lo que nos da un coste unitario de 2.400 millones de dólares (unos 2.200 millones de euros) por submarino. Los buques se van a construir por General Dynamics, Electric Boat y Huntington Ingalls Industries, se empezarán a construir en breve y se estima que se entregarán entre 2025 y 2029. De estos buques el primero se fabricará como un Bloque IV y el resto como Bloque V, cuyas mejoras son importantes.
Lo significativo del Bloque V es lo que se denomina VPM, 'Virginia Payload Module' o Módulo de Carga Virginia, una especie de contenedor diseñado específicamente para el Bloque V y que ahora se empezará a introducir con los nuevos submarinos. La idea es avanzar en versatilidad permitiendo misiones diferentes según las necesidades. El módulo se sitúa en la zona central del casco tras el VPT de los Bloques III y IV, lo que supone alargar el casco en 21 metros.
Submarino USS Columbia (SSN 771) de la clase Los Ángeles (US NAVY)
Con este añadido los nuevos 'Virginia' serán capaces de llevar 28 Tomahawk (BGM-109) en el VPM y otros 12 en los tubos VPT, mientras mantienen sus cuatro tubos lanzatorpedos. Las capacidades se multiplican, pues el VPM será capaz de utilizar nuevos tipos de misiles de mayor alcance y nuevos misiles antibuque, como el LRASM de Lockheed Martin. También se especula con la capacidad de utilizar los futuros misiles hipersónicos en desarrollo e incluso la capacidad de lanzar y recuperar drones aéreos y submarinos desde el propio buque.
Como en todo, también hay una contrapartida por los sobrecostes de estas mejoras, que se estiman en unos 500 millones de dólares aunque, según fuentes de la US Navy. Se compensarán por un lado con ahorros en costes de mantenimiento y por otro con una reducción del número de unidades en servicio, al incrementarse las capacidades de los nuevos submarinos que vayan entrando en servicio y jubilando a los viejos 'Los Ángeles'.