Carros de combate turcos, camino de Afrin, en territorio sirio controlado por las milicias kurdas, el pasado lunes (AP)
24/01/2018 10:48 | Actualizado a 24/01/2018 18:57
En general sienta bastante mal que alguien a quien consideras un socio, o un país amigo, se meta en una guerra que no te gusta. La ofensiva deTurquía contra los kurdos de Siria en Afrin, muy cerca de la frontera turca, no es plato de gusto para casi nadie después de que las milicias kurdas YPG hayan sido la infantería -o por lo menos la fuerza de choque- de la lucha contra el Estado Islámico en Siria.
Así, las imágenes que muestran carros de combate turcos Leopard, de fabricación alemana, ha llevado a políticos tanto de izquierda como de derecha a frenar un acuerdo pendiente entre el fabricante, Rheinmetall, y el Gobierno turco, y al mismo tiempo a pedir a la canciller Angela Merkel que se pronuncie sobre la operación militar turca, llamada muy eufemísticamente Rama de Olivo.
Alemania y Turquía son miembros de la OTAN, países aliados por tanto, y no debería haber ningún problema para que, como ha pedido Ankara, Rheinmetall mejore el blindaje de los tanques Leopard turcos, al parecer hasta cierto punto vulnerables. Pero Berlín tenía que dar permiso, y hasta ahora no lo ha hecho.
El ministro Sigmar Gabriel llegó a comprar una tetera turca para agasajar Mevlüt Cavusoglu, según ‘Der Spiegel’
El motivo fue señalado por Der Spiegel hace un par de días: Turquía mantiene en prisión desde hace 11 meses al periodista Deniz Yücel, corresponsal del diario conservador Die Welt. No es el primer caso, ni mucho menos: según esta publicación, fueron varios los ciudadanos alemanes encarcelados, sin que estuvieran claros los motivos. Poco a poco fueron puestos en libertad, entre ellos el activista de derechos humanos Peter Steudtner y el periodista Mesale Tolu. Pero de Yücel, que tiene doble nacionalidad, no ha habido novedad, ni siquiera se conoce qué cargos hay contra él.
Der Spiegel relata que el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, recibió en su propio domicilio a su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, y le sirvió el té en un tetera tradicional turca recién comprada. Se trataba de hablar de tanques y de personas.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y su homólogo alemán, Sigmar Gabril, el pasado 6 de enero en Goslar (Alemania) (Swen Pfoertner / AP)
Peor aún: el excanciller Gerhard Schröder visitó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, poco después de las elecciones alemanas, y éste llegó a proponer que Berlín extraditara a militares sospechosos de haber participado en el intento de golpe de Estado de julio del 2016. “Básicamente, Erdogan reconocía indirectamente que veía a los ciudadanos alemanes encarcelados como rehenes políticos”, escribe Der Spiegel.
Ahora, Norbert Röttgen, presidente del comité de Exteriores del Bundestag y miembro del partido de Merkel, ha dicho a la BBC que es “del todo obvio” que el Gobierno no tiene que autorizar la mejora de los tanques por Rheinmettal y que la operación militar turca es “ilegal, contraria a la ley internacional y contraproducente en cuanto a la lucha contra el Estado Islámico”.
El Ministerio de Exteriores alemán dice que tendrá en cuenta cómo está montada la operación militar turca
El asunto tiene visos de complicarse. Maria Adebahr, portavoz del Ministerio de Exteriores, dijo a la prensa que el embajador alemán en Ankara está reuniendo información del Ministerio de Defensa turco y que “por supuesto, la cuestión de cómo está montada la operación militar turca tendrá algo que ver” en cómo se resuelva la cuestión. Por su parte, la portavoz del Ministerio de Economía, Tanja Alemany, aludió a las “muy, muy serias” restricciones que se aplican a la hora de exportar armas “por ejemplo a Turquía”.
Sin embargo, para Omid Nouripour, de Los Verdes, “sería suficiente con que el Gobierno alemán se atuviera a sus propias normas”. “Pero no lo hace”, dijo Nouripour a la cadena pública ARD. Según ARD, las exportaciones de armas alemanas entre el 2014 y el 2017 se incrementaron en un 21% respecto a los cuatro ños anteriores. Y las exportaciones a países fuera de la OTAN aumentaron en un 47%, hasta casi 15 millardos de euros.
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