|
https://www.forosperu.net |
5
13/08/2017 00:06 | Actualizado a 13/08/2017 07:02
La residencia del presidente de los Estados Unidos, el memorial de Lincoln, el Pentágono o el mismísimo Capitolio. Sobre ellos, un trimotorTupolev 154 ruso volando a placer, filmando y fotografiando todo lo que veía sin ningún tipo de limitaciones en uno de los espacios aéreos más restringidos del mundo: Washington.
Una escena que parecería sacada de una elaborada novela de espionaje al estilo de John Le Carré o Frederick Forsyth y que sucedió en la vida real la semana pasada, en plenas vacaciones del mandatario norteamericano en New Jersey.
La Unión Soviética utilizó esta clase de aviones durante años
¿Y qué hacía un avión diseñado en tiempos de la Unión Soviéticasobrevolando la capital del eterno enemigo occidental en tiempos en los que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos están tomando un cariz similar al de los tiempos de la guerra fría?
Pues estaba observando, tomando fotos y filmando; simplemente eso. Lo hacía usando un Tu-154, un avión sin armamento alguno y que durante décadas fue uno de los aviones clásicos del transporte aéreo de pasajeros en la Unión Soviética, columna vertebral de Aeroflot y de las aerolíneas del pacto de Varsovia, aunque algunas unidades fueron usadas para otras misiones de inteligencia o “investigación” (léase espionaje) y transporte militar o VIP.
El Tupolev de la misión 'Open Skies' junto a un Falcon de la NASA (Picasa / NASA)
De hecho, en uno de estos aparatos falleció en 2010 el presidente de Polonia Lech Aleksander Kaczyński junto a los 95 ocupantes de su avión. El jefe de estado polaco y el general jefe de la Fuerza Aérea insistieron de tal manera a los pilotos para aterrizar en Smolensk en medio de una densa niebla para llegar una ceremonia en memoria de las 22.000 víctimas de la masacre de Katyn que se acabaron estrellando, falleciendo todos los ocupantes. La frase “un piloto polaco no tiene miedos” para ejercer una presión psicológica a los aviadores resultó irónica.
En un Tupolev falleció el presidente polaco en 2010
El vuelo del avión presidencial polaco no tuvo nada que ver con el que el miércoles pasado sobrevoló varios puntos clave de la capital de Estados Unidos: fue tranquilo aunque llamativo por el ruido poco frecuente del aparato, muy diferente a los más tranquilos Boeing, Airbus o Bombardier, unos aparatos a los que habitualmente están acostumbrados quienes viven cerca del aeropuerto Ronald Reagan, dedicado a los vuelos nacionales que llegan o salen de la capital y el que más usan los senadores y otros funcionarios del estado para llegar o trasladarse a la capital desde otros puntos del país.
Aunque sus pistas están sobre el río Potomac, a pocos kilómetros del corazón de la capital, los procedimientos de entrada y salida están perfectamente regulados y restringidos y jamás ningún aparato no militar, de estado o el helicóptero del presidente puede sobrevolar la zona del Mall, el Capitolio, la Casa Blanca o el Instituto Smithsoniano, por eso, un ruidoso trimotor sobrevolando varias veces a baja altura llamó la atención en la zona, que en los mapas aeronáuticos es la P-56, uno de los espacios aéreos más restringidos del mundo.
Ante la proliferación de videos, fotos y preguntas dirigidas a los servicios de seguridad del país, el Departamento de Estado reaccionó informando públicamente que aunque la situación fuese poco habitual, no se trataba de nada excepcional, pues el vuelo ruso estaba incluido en un programa llamado “Tratado sobre Cielos Abiertos” un acuerdo firmado por 34 países (casi todos los Europeos, Turquía, Rusia, Estados Unidos y Canadá) que establece un régimen de vuelos aéreos no armados de observación en los territorios de sus signatarios.
El tratado se firmó en 2002 y tiene por objeto fomentar la comprensión mutua y la confianza al dar a todos los participantes, independientemente de su tamaño, un papel directo en la recopilación de información mediante imágenes aéreas sobre las fuerzas militares y las actividades que les conciernen.
El progrma ‘Open Skies’ es un esfuerzo internacional de transparencia militar
Con el nombre inglés de ‘Open Skies’, es uno de los esfuerzos internacionales de control de armas más amplios hasta la fecha para promover la apertura y la transparencia en las fuerzas y actividades militares y hasta ahora se han realizado más de 1.200 vuelos de diferentes países sobre los demás.
Los que mas llaman la atención son, obviamente, los que realiza Rusiasobre Estados Unidos y viceversa, en este segundo caso usando un avión específico: el OC-135, una variante del cuatrirreactor Boeing 707, mientras que Rusia vuela en diferentes modelos de avión: desde el Tupolev que estos días pasó sobre EE.UU. a otros modelos de Ilyushin o Antonov, como el que el año pasado realizó un intenso viaje sobre toda España fotografiando ygrabando puntos estratégicos, como bases aéreas, centros de inteligencia, puertos, aeropuertos, ciudades o embalses de la península ibérica.
Un avión también sobrevoló puntos estratégicos de España el año pasado
Unas fotografías y grabaciones que, en copia, también se quedó el Ministerio de Defensa español mediante un pequeño grupo de militares locales que acompañaron a los rusos durante todo el periplo sobre la península ibérica.
Una acción idéntica a la que realiza cualquier país cuando un tercero lo sobrevuela: dar carta blanca para volar sin límites sobre cualquier zona, aunque siempre con dos condiciones: la presencia de personal local y que todo lo grabado o fotografiado quede también con copia y en custodia del gobierno local, en muestra de mutua confianza entre ambas partes.
El Capitolio había enviado una alerta preventiva sobre los planes de este avión
En pleno escenario de tensión entre Estados Unidos y Rusia, incrementada desde la elección del nuevo presidente, pocos minutos después del vuelo, los medios locales revelaron que la policía del Capitolio había enviado una alerta preventiva sobre los planes de un avión para sobrevolar Washington entre las 11 de la mañana y las 3 de la madrugada del miércoles para evitar alertas innecesarias entre los medios de seguridad “La aeronave será grande y puede volar directamente sobre el Capitolio de los EE.UU.”, informaba el texto.
“Este vuelo será supervisado por el Centro de Comando de la Policía del Capitolio de los Estados Unidos y otras agencias del gobierno federal”, aunque la declaración no informaba que el aparato iba a ser un Tupolev de las Fuerzas Aéreas Militares de Rusia, como así pasó, aunque sin más novedad que la anécdota en un entorno tenso.
http://www.lavanguardia.com