Las fuerzas armadas y las milicias populares iraquíes han iniciado una ofensiva contra la ciudad de Tikrit sin ninguna cobertura aérea estadounidense y han logrado limitar la presencia del EI a dos provincias: Nínive y Anbar.
Los norteamericanos no se sienten contentos por su derrota militar del año 2011 en Iraq. Ellos buscan hoy en día legitimar su presencia militar y de seguridad en más de una región iraquí. Ellos pretenden que están desplegados en el país debido a la demanda del gobierno de Bagdad.
Y, como es habitual, EEUU obra para acaparar los asuntos del país. Por esta razón, no deja de hablar desde junio sin cesar de un Estado “lamentable” en Iraq e insiste en la “incapacidad” de las fuerzas militares iraquíes o las milicias populares para derrotar al EI.
Minimizar los éxitos del Ejército iraquí
A pesar de que los hechos sobre el terreno demuestran lo contrario, los norteamericanos insisten en seguir esta política. Todo el mundo recuerda en efecto que en enero, cuando las fuerzas iraquíes estaban a punto de liberar la provincia de Meqdadiya, último bastión del EI en Diyala, el Pentágono publicó un informe referente a las fuerzas iraquíes desde la crisis de la caída de Mosul en Junio de 2014.
Según este informe, el EI no ha perdido más que el 1% de los territorios que había ocupado en junio de 2014 debido a las operaciones del Ejército iraquí y las fuerzas populares, es decir 700 km2 de un total de 55.000 km2 que había ocupado. El portavoz del Pentágono pretendió que las fuerzas kurdas habían recuperado la mayor parte de territorios en el norte de Iraq.
Desgraciadamente, nadie en Iraq ha denunciado los datos erróneos de este informe ni el objetivo que EEUU busca con tal propaganda.
En ese momento, un alto responsable estadounidense aseguró que las fuerzas iraquíes eran incapaces de liberar una sola localidad sin ayuda extranjera. Estas declaraciones fueron repetidas hace varios días por el director de la Inteligencia Militar estadounidense, Vicent Stewart, que pretendió que “las fuerzas iraquíes no son capaces de vencer al EI por sí solas a causa de la falta de medios logísticos, la corrupción y otros problemas existente en el seno de la institución militar iraquí.
Sin embargo y para sorpresa de los norteamericanos, los iraquíes y sus aliados iraníes han tomado la decisión de luchar contra el EI con todas sus fuerzas.
Asimismo, el ayatolá Sayyed Ali Sistani -una eminente figura shií en Iraq- aprobó una fatua que llamaba a portar las armas y al yihad contra el EI. Ella fue calificada, sin embargo, de “inútil” por el jefe de Estado Mayor de EEUU, Martin Dempsey.
Por su parte, el Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán, Ayatolá Sayyed Ali Jamenei, aseguró que el pueblo iraquí era capaz de liberar por sí solo su territorio.
La misión del general Soleimani
Rápidamente, las cosas comenzaron a aclararse con el envío por parte de Sayyed Jamenei de su hombre fuerte en Iraq, el comandante de la Fuerza Al Quds de los Guardianes de la Revolución, el general Qassem Soleimani.
Algunas horas después de la caída de Mosul, Soleimani inició la coordinación de esfuerzos con las fuerzas de la resistencia iraquí.
Soleimani supervisó una misión central, cuyo objetivo fue recuperar la iniciativa frente al EI, que había llegado cerca de la capital, Bagdad.
En dos días, una fuerza del Ejército y las facciones de la resistencia iraquí, dirigidas por Soleimani, acudió a Balad para levantar el sitio allí y abrir la ruta de Samarra con el fin de liberar la ciudad. Este objetivo fue alcanzado después de enfrentamientos encarnizados. Más tarde, otras operaciones más grandes y más rápidas tuvieron lugar para recuperar grandes territorios ocupados por el EI. Los norteamericanos, sin embargo, se negaron a reconocer las nuevas realidades causadas por estos hechos inesperados.
Sucesión de victorias
Durante los pasados siete meses, los éxitos de las fuerzas iraquíes y de las milicias populares se han sucedido. Entre estas últimas cabe mencionar Las Brigadas de Hezbolá, las Facciones Ahlul Haq, la Organización Badr, las Brigadas de Jorassani, las Brigadas del Imam Ali etc.
Los éxitos de estas milicias han irritado a los norteamericanos porque muestran la gran capacidad de las fuerzas iraquíes para vender al EI, sin recurrir a ellos, y porque dichos grupo son además los mismos que lucharon contra las tropas de ocupación estadounidenses.
Puente aéreo iraní
Los norteamericanos han apostado a continuación por la penuria en armas del Ejército iraquí. Sin embargo, la ayuda iraní ha cambiado la situación. Los Guardianes de la Revolución Iraníes han puesto en práctica un puente aéreo para encaminar armas y municiones hacia los aeropuertos de Bagdad, Suleimaniya, Kirkud y Erbil. Ciudadanos iraquíes han informado también de camiones iraníes cargados de armas que atraviesan los puntos fronterizos.
Rechazo a toda implicación estadounidense
Mientras los norteamericanos han propuesto participar en las operaciones militares asegurando una barrera de fuego y una cobertura aérea, el general Soleimani ha rechazado firmemente esta oferta y el gobierno iraquí ha hecho lo propio.
Los norteamericanos han estado, por otro lado, sorprendidos por la negativa del general iraní a llevar a cabo cualquier coordinación conjunta sobre el terreno y por su rechazo a reunirse con los dirigentes militares norteamericanos.
La respuesta de las fuerzas populares ha sido decisiva: los militares norteamericanos serán consideradas como fuerzas enemigas sin operan en las zonas de operaciones de las milicias.
Mientras que el Ejército iraquí ha llevado a cabo decenas de operaciones militares y ha logrado expulsar al EI de numerosas ciudades iraquíes, con una superficie total de 10.000 km2, las fuerzas de la alianza internacional dirigidas por EEUU se contentan con atacar de forma esporádica algunos objetivos sin que hayan sido capaces de liberar ni una sola localidad iraquí.
Por el contrario, la liberación de regiones como Amerli, Mqadadiya, Yarf al Sajr, el Puenta Zakra, Yalula, Saadiya y Baldad por las fuerzas iraquíes no pueden pasar desapercibidas.
Estas operaciones han permitido asegurar la provincia de Diyala y Babel así como las vías sur, oeste y norte de Bagdad. La liberación total de las provincias de Salaheddin y Kirkuk, cuya superficie es de 9000 kms2, parece inminente y esto quiere decir que el EI quedará, en tal caso, confinado a las provincias de Nínive y Anbar.
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