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El potencial atómico de EE.UU. incluye fuerza terrestre, aérea y marítima, 1.654 ojivas nucleares en total repartidas entre misiles balísticos intercontinentales, bombarderos pesados y submarinos. Algunos elementos fueron captados por Google Earth.
La tercera edición del START (
Tratado de Reducción de Armas Estratégicas entre EE.UU. y Rusia), que entró en vigor en febrero del 2011, prevé que para inicios del año 2018 Washington tendrá que reducir esta cantidad a 1.550 ojivas, mientras que el número total de los portadores estratégicos no podrá ser superior a 800 unidades (solo 700 desplegados operacionalmente). Según la cifra oficial, todavía hay mucho hasta alcanzar esta meta.
El componente marítimo de la fuerza nuclear estratégica de EE.UU. a día de hoy cuenta con 14 submarinos atómicos de la clase Ohio con 336 misiles balísticos tipo Trident-2 (D5). Son la parte más fogueada del arsenal atómico del país: pasan de patrulla en el mar abierto casi el 60% del tiempo (hasta 219 días por año). Los Trident-2 tienen un alcance máximo de 11.300 kilómetros y son capaces de abatir blancos protegidos de pequeño tamaño, tipo bunkers de alta profundidad o silos misilísticos. En el país hay dos bases marítimas con una infraestructura para la reparación y mantenimiento de la clase Ohio: Kitsap en el estado de Washington para la Marina del Pacífico, y Kings Bay, en el estado de Georgia, para la Marina del Atlántico.
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Un submarino de la clase Ohio regresando a su base.
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Un submarino de la clase Ohio en la base marítima de Kings Bay.
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Un submarino de la clase Ohio en la base marítima de Kitsap.
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Un submarino de la clase Ohio en la base marítima de Kitsap.
Tierra
El elemento terrestre del potencial nuclear estratégico estadounidense son los 450 LGM-30 Minuteman III de combustible sólido que están en servicio desde los años 1970. Están desplegados en los silos misilísticos de tres bases militares del país: F. E. Warren en Wyoming, Malmstrom en Montana y Minot, en Dakota del Norte. Hoy en día se consideran anticuados e incapaces de atravesar sistemas de defensa antiaérea: se calcula que en la última década el Pentágono invirtió hasta 7.000 millones de dólares en la modernización de los Minuteman III.
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Silo misilístico de los Minuteman III en F. E. Warren.
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Silo misilístico de los Minuteman III en Malmstrom.
Aire
El componente aéreo de la fuerza nuclear de EE.UU. son unos 130
bombarderos estratégicos, entre B-52H,
B-1B y В-2А, capaces de realizar ataques tanto convencionales como atómicos. Se despliegan principalmente en cinco bases aéreas en el territorio continental del país: 41 В-52Н en Barksdale (Luisiana), 22 B-52H más en Minot (Dakota del Norte), 24 B-1B en Ellsworth (Dakota del Sur), otros 12 B-1B en Dyess AFB (Texas) y 16 В-2А en Whiteman AFB (Misuri). A servicio de los bombarderos estratégicos de EE.UU. hay también hasta 16 aeródromos en el Pacífico, el Índico y Europa.
Los Boeing B-52 Stratofortress subsónicos de largo alcance están en servicio activo desde 1955, pero se calcula que unos 40 B-52H seguirán en las filas de Fuerza Aérea al menos el año 2030. Llevan hasta 20 misiles de crucero con ojivas convencionales o nucleares, pero tienen poca capacidad para sobrepasar sistemas de defensa aérea de un enemigo potencial, con lo cual su misión programada es actuar fuera de la cubertura de un escudo antimisiles activo.
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Bombarderos B-52H en la base de Minot.
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Bombarderos B-52H en la base de Barksdale.
Hoy en día la flota aérea estadounidense cuenta con unos 50 bombarderos estratégicos cuatrimotor con alas de geometría variable Rockwell B-1B Lancer y 12 más en reserva activa. Fue desarrollado para incursiones a baja cota, con largo alcance y capacidad de vuelo supersónico a gran altitud, también en las zonas de cobertura de los sistemas antimisiles. Actualmente los siguen modificando para usarlos como bombarderos convencionales.
Bombarderos B-1B en la base de Ellsworth.
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Bombarderos B-1B y B-52H en la base de Andersen, Guam.
Los 16 Northrop Grumman B-2A Spirit que EE.UU. tiene a su disposición son de tecnología furtiva de baja visibilidad capaces de penetrar defensas antiaéreas. Están diseñados para abatir objetos estratégicos en las profundidades del territorio enemigo, primeramente los complejos móviles de misiles intercontinentales. Whiteman AFB es su base habitual, aunque a menudo se desplazan también a otros aeródromos: uno de sus destinos más frecuentes es la base de Andersen en la isla estadounidense de Guam, en el Pacífico occidental.
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Bombarderos В-2А en la base de Whiteman.
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Bombarderos В-2А en la base de Andersen, Guam.
Escudo antimisiles
Uno de los elementos del escudo antimisiles estadounidense son los PAC-3 (la última modificación del MIM-104 Patriot), un sistema de misiles tierra-aire de largo alcance que usa su propia energía cinética para hacer detonar la cabeza del misil interceptado. Su arma principal son
los misiles ERINT, capaces de destruir los misiles con un alcance de hasta 1.000 kilómetros. Sin embargo, los PAC-3 sirven mayormente para interceptar misiles tácticos en el campo en batalla y no los misiles balísticos intercontinentales.
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Patriot en la base de Fort Hood (Texas).
Para defender su territorio de los misiles balísticos intercontinentales cuenta con el complejo terrestre GMD ('Ground-Based Midcourse Defense'). Consiste en un sistema de radares de alerta temprana que rastrea los movimientos de los blancos en el cosmos y en un silo de misiles antibalísticos. El radio del GMD se limita solo con la cubertura de los radares de rastreo espacial, con lo cual una vez empezó a funcionar el radar flotante instalado en la plataforma de perforación de quinta generación capaz de superar el Pacífico, el complejo obtuvo una capacidad potencial de abatir objetos en cualquier punto del globo.
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Silos de los misiles antibalísticos en Fort Greely (Alaska).
La clase Ticonderoga de los cruceros de misiles y la clase Arleigh Burke de destructores lanzamisiles equipados con el sistema Aegis sirven como portadores móviles de los misiles antibalísticos SM-3 de ojivas cinéticas, diseñados para interceptar misiles balísticos de alcance corto e intermedio y también con capacidad antisatélite en el extremo más inferior de la órbita terrestre. La armada de EE.UU. cuenta con, al menos, 110 SM-3.
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Un destructor lanzamisiles de la clase Arleigh Burke y un crucero de misiles de la clase Ticonderoga en la base naval de San Diego (California).
Otro sistema que sirve para derribar misiles balísticos de corto y medio alcance es el THAAD ('Terminal High Altitude Area Defense'). Sus misiles tampoco llevan cabezas explosivas y dependen de la energía cinética del impacto para destruir el objetivo en su fase terminal.
Un radar en Honshu, Japón.
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Un radar en la estación de las Fuerzas Armadas Británicas en North York, Reino Unido.
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Un radar de alerta temprana en la base polar de Thule en Groenlandia.