Les dejo este articulo de como la CIA ha fallado desde 1959 en intentar eliminar a Fidel Castro... y solamente ha intentado mas de 600 veces
La obsesión de la CIA por asesinar a Fidel Castro: el fracaso estadounidense
“La CIA actuaba de dos maneras: una directa con agentes organizados y dirigidos directamente por ella; y otra, un método más sutil, indirecto, la manipulación de decenas de organizaciones contrarrevolucionarias, algunas creadas por ella y que le servían de “cobertura”, mientras que otras se organizaban de una manera espontánea, enteraban bajo su control. La CIA da dinero, armas, traza la teoría política. La estrategia y la táctica. Una de las tácticas era el asesinato de los dirigentes revolucionarios, y para eso ha organizado decenas de planes, de una manera u otra…
¡Quizás centenares de planes!
Pero nosotros con el pueblo organizado, con los Comité de Defensa de Revolución, con los órganos de Seguridad del Estado, hemos combatido todos esos planes de atentados, y nuestra gente ha aprendido a enfrentarse con la CIA…”
Fidel Castro Ruz”
Introducción
En agosto de 2013 el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cumplirá 87 años, y como dice el periodista cubano Luis Báez, El mérito es Estar Vivo; esto a pesar de los diversos planes, operaciones y acciones por asesinar al dirigente revolucionario a cargo de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (la CIA, por sus siglas en inglés). Por décadas, eliminar físicamente a Castro se volvió una obsesión para la CIA en su afán de controlar la Isla del Caribe, en un contexto neocolonial.
Asesinar a líderes revolucionarios cubanos en general y a Fidel Castro en particular ha estado en los planes secretos más importante y urgentes de las administraciones estadounidenses respecto a Cuba. Según los informes secretos desclasificados por la CIA, había que “descabezar a la revolución”, es decir, una Cuba sin el liderazgo de Fidel Castro, haría más fácil el control y el apoderamiento de la Isla. Y aunque el presidente en turno sea hoy Raúl Castro, las intenciones de la CIA continúan.
La continuidad de planes y operaciones del país del norte en su afán de asesinar a Fidel Castro inició desde 1955, cuando incluso, envió a México a sus oficiales detrás del líder cubano, quien se preparaba junto con Ernesto Che Guevara, Raúl Castro y otros líderes revolucionarios para ir a Cuba en el yate Granma y liberar a su país de la dictadura Batistiana.
En su guerra psicológica hacia Fidel Castro, la CIA y sus agentes no solamente han intentado asesinarlo, también lo han dado por muerto en varias ocasiones en diversos medios de información, como sucedió en 2012, a través de una “noticia” publicada en el Wall Street Journal, mentira descalificada por el pueblo cubano, pero que evidentemente reflejaba el fracaso de la CIA.
Uno de tantos medios utilizado por la CIA en su obsesión, ha sido la emisora oficial estadounidense, La Voz de las Américas, misma que no se oye en Cuba, pero que propagaba el asesinato hacia cubanos como el del presidente de los Comités de Defensa de Revolución (CDR), por cien dólares estadounidenses y sobre todo, la eliminación física del líder cubano Fidel Castro, por un millón de dólares.
Sobre este tema, especialistas e investigadores cubanos han demostrado que entre los años de 1959 a 2000, la CIA ha planeado e intentado en 634 ocasiones atentar contra la vida de Fidel Castro. En otro dato más reciente del Libro Récords Guinness, se mencionan 638 intentos de asesinato hacia el líder cubano durante los años 1959 a 2006. Asimismo, investigaciones nacionales e internaciones señalan que el objetivo de la CIA ha sido destruir la imagen, el prestigio, el respeto, la moral y ética revolucionaria que Fidel Castro ha tenido a nivel nacional e internacional.
Otro punto importante de análisis es la información respecto a porqué, cómo, qué métodos, y con qué organizaciones la CIA ha planeado e intentado asesinar a Fidel Castro; así como los daños humanos y materiales que a causa de estas actividades ilegales y criminales, se ha dejado en el pueblo cubano, de acuerdo a las leyes internacionales y a las propias autoridades estadounidenses.
Por lo anterior, el presente trabajo analiza la obsesión de las administraciones estadounidenses por asesinar al ex presidente cubano durante los últimos 54 años y en la cual, la CIA ha jugado un papel fundamental derivado del conflicto entre Cuba y Estados Unidos. Nuestras fuentes son libros, investigaciones, documentos oficiales, entrevistas, artículos y ensayos de investigadores tanto cubanos como estadounidenses, entre ellos Fabián Escalante Font y Luis Báez, Warren Hinckle y William Turner, respectivamente; y documentos desclasificados del Ministerio de Interior de Cuba y de Estados Unidos como Allegd Assassination Plots Involving Foreign Leaders , Selected Committee to Study Goverment Operations with Respect to Intelligence Activities , US Govermental Printing Office, Washington, DC, 1975, Warren Commission , y Church Commission.
Especialistas cubanos han señalado que esta tarea es difícil y complicada por la cantidad, formas, variedad y lugares en que la CIA ha pretendido con sus acciones, atentar contra la vida del dirigente cubano. Según datos estadounidenses y cubanos, el propósito de la CIA de eliminar físicamente a Fidel Castro, reside en la destrucción de la Revolución Cubana, a fin de introducir el sistema capitalista y así, poder controlar a la Isla caribeña de una forma neocolonial.
Este ensayo resalta el análisis de diferentes investigadores cubanos y estadounidenses respecto al fracaso de los 638 planes de la CIA en su intento por asesinar a Fidel Castro; operaciones y acciones que han contado con el apoyo incondicional de distintas autoridades estadounidenses como el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, el Departamento del Tesoro, la Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA), entre otras; es decir, todo el poderío militar, económico y de inteligencia de Estados Unidos como potencia mundial y además, a sólo 150 kilómetros de la Isla; incluso, se ha ejercido una política poco diplomática y propagandística a través de la ex canciller estadounidense Hilary Clinton y que demuestra, la injerencia de su país en asuntos internos de otros países, como el hecho de haber exigido en su momento al líder cubano que “debería irse”.
Este trabajo aborda sólo algunos planes y operaciones principales de la CIA con el Pentágono, la mafia estadounidense de origen italiano y la contrarrevolución cubana en Miami; es decir, un triángulo de cooperación, una combinación absurda pero necesaria para ejecutar los planes y operaciones de asesinatos políticos de líderes extranjeros que no aceptan los dictados de Washington.
La prensa ha jugado un papel relevante en el tema, pues las publicaciones occidentales con Estados Unidos a la cabeza, así como escritores e investigadores europeos y pro occidentales, poco serios, y otros de orientación socialdemócrata, son dirigidos y manipulados por la CIA, y por “especialistas” que evitan sofisticadamente, argumentos críticos tanto locales como internacionales del fracaso de la CIA en sus atentados; y varios de estos personajes, han llegado a estar en la nómina de la Agencia Central de Inteligencia. Por ello es importante que el lector obtenga información auténtica y fundamentada en los hechos históricos y de fuentes irrefutables como las propias víctimas, y así, evitar caer en las manipulaciones y guerra psicológica estadounidense respecto a Cuba.
La política de intentos y operaciones de asesinato a Fidel Castro
Eliminar a Fidel Castro y con él, a la Revolución Cubana, se convirtió en una política de Estado desde las administraciones de Dwight Eisenhower, e incluso hasta la actualidad, como lo demuestra el siguiente cuadro:
Cuadro 1. “Intentos de asesinato a Fidel Castro por el gobierno estadounidense:
Presidente Intentos
Eisenhower 38
Kennedy 42
Johnson 72
Nixon 184
Carter 64
Reagan 197
Bush (padre) 16
Clinton 21”.
Recordemos que desde hace 200 años, Estados Unidos ha tenido planes de control y anexión de la Isla, cosa que no ha logrado a pesar de sus ocupaciones e invasiones militares, como la practicada de 1898 a 1902; la invasión mercenaria de Playa Girón (Bahía de Cochinos) en 1961 , y la Crisis de Octubre o de Misiles de 1962 . En su intención de someter a la Isla, Estados Unidos llegó al bloqueo económico, comercial y financiero en 1962 (que en realidad inició desde 1959), y que aún persiste; además, críticos e investigadores cubanos y extranjeros como Fabián Escalante Font, Noam Chomsky y William Blum han señalado que en esta ofensiva secreta estadounidense, no declarada, se han ejercido diversas actividades de sabotaje y guerra bacteriológica, entre otras, durante más de medio siglo, es decir, se ha hecho uso de terrorismo de Estado.
Asimismo, es de resaltar la conclusión a la que llegan el 19 de enero de 1962 Roberto Kennedy y Richard Helms, entonces subdirector de la CIA, con el general Edward Lansdale, en sus planes de asesinar a Fidel Castro y destruir la Revolución Cubana:
“Conclusión: el derrocamiento de Castro es posible […]. La solución del problema cubano tiene máxima prioridad para el gobierno de los Estados Unidos. No se debe escatimar tiempo, dinero o esfuerzo personal. Ayer el presidente le indicó a Robert Kennedy que todavía no se ha escrito el capítulo final […] tiene que hacerse y se hará”.
Para este objetivo de más de medio siglo, Estados Unidos ha realizado una propaganda sofisticada en la que presenta a Cuba como una amenaza para su seguridad nacional; la realidad es que la Isla caribeña resulta incompatible por su forma de gobierno, con la democracia liberal representativa estadounidense, pues para el vecino del norte, esto constituye un obstáculo para sus intereses vitales en América Latina y el Caribe. En el fondo, Estados Unidos no perdona que la Isla decida su propio destino sin aceptar los dictados de Washington y además, que su sistema socialista sea totalmente distinto al estadounidense, con logros y desarrollo sustentable en lo económico, social, político, educativo, cultural y deportivo.
En su guerra psicológica hacia Cuba, la CIA primero ha descalificado y desacreditado a la Isla, luego ha pretendido deslegitimarla para poder destruirla. En el caso del líder revolucionario Fidel Castro, se le ha dibujado como un enemigo principal “antiestadounidense”, cuya existencia resulta un peligro y por tanto, hay que eliminarlo; tarea a cargo de las fuerzas estadounidenses o mercenarias y contrarrevolucionarias de origen cubano; dichas fuerzas han actuado normalmente desde Miami, con acciones netamente terroristas, según las propias autoridades oficiales de Estados Unidos, como el Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés), así lo demuestra una investigación sobre la organización terrorista Omega 7 y Alfa 66.
2. Las Operaciones: los objetivos y sus actores
En esta guerra no declarada por Estados Unidos y la CIA contra Cuba de más de medio siglo, se ha utilizado distintos planes, operaciones y proyectos, destacando los siguientes: La Operación Patty y la Operación Liborio, cuyo objetivo principal radica en el asesinato de líderes cubanos; La Operación Mangosta o Proyecto Cuba y la Operación Exterminio, que entre muchas otras, han sido las más avanzadas para Estados Unidos y las más peligrosas para Cuba.
1. Operación Patty
El objetivo principal de la Operación Patty fue asesinar a Fidel y a Raúl Castro el 26 de julio de 1961. El general de la Comisión fue Maxwell Taylor, quien dirigía la Comisión Oficial para analizar el fracaso en Playa Girón (Bahía de Cochinos), invasión mercenaria bajo el mando estadounidense. Al respecto, en el informe desclasificado de la Comisión Taylor se puede leer lo siguiente:
“Hemos coincidido al pensar que no puede haber un largo periodo de vida de Castro como vecino. Su presencia continua dentro de la comunidad del hemisférico como un exponente peligrosamente efectivo del comunismo y del antiamericanismo constituye una amenaza real, capaz de derrocar a gobiernos en cualquiera de las débiles republicas latinoamericanas…”.
Bajo estas consideraciones, el plan de la CIA era que contrarrevolucionarios cubanos realizaran acciones de sabotaje y alzamiento en todo el país, sobre todo, en La Habana y Santiago de Cuba; incluso, la toma de las ciudades. Asimismo, agentes de la CIA pretendían asesinar a Raúl Castro en Santiago de Cuba, durante su discurso ante un Tribunal Popular con motivo de la celebración del 26 de Julio, utilizando para ello una ametralladora calibre 30, después hombres armados con granadas cubrirían la retirada de los asesinos. Un segundo plan de la CIA para esa ocasión era, eliminar físicamente a Raúl Castro durante su camino al aeropuerto.
También intentarían asesinar a Fidel Castro en La Habana con un mortero de 82 milímetros, en la Plaza de Revolución durante la celebración del 26 de Julio, junto con la mayor cantidad de dirigentes revolucionarios y personalidades que asistirían al evento.
Otro aspecto importante de los planes de la CIA en el contexto de la Operación Patty, fue generar un conflicto en la Base Naval estadounidense de Guantánamo contra el gobierno revolucionario cubano, con el objetivo de crear un problema entre ambos países, y con lo cual, se justificaría una intervención militar directa a Cuba por Estados Unidos. Al respecto, Fabián Escalante Font, comenta lo siguiente:
“Así concluyeron las aventuras de la CIA aquel año en el que pretendieron derrocar la Revolución mediante el expediente de la invasión mercenaria y la guerra encubierta. Cientos de saboteadores, terroristas y espías fueron capturados; toneladas de armas y pertrechos, ocupados. Y lo fundamental: el enemigo no pudo articular la quinta columna que posibilitara el golpe artero en la retaguardia revolucionaria y el asesinato del Jefe de la Revolución Cubana.”.
El general Escalante e investigadores extranjeros y críticos han señalado que de enero a agosto de 1962, los contrarrevolucionarios y mercenarios cubanos con agentes de la CIA, realizaron 5870 sabotajes y actividades terroristas, y que el número de bandas y grupos armados llegó a 79 durante poco tiempo .
2. Operación Liborio
La Operación Liborio de la CIA radicaba en incendiar La Habana; quemar las grandes tiendas, destruir el transporte público, las instalaciones del sistema eléctrico; asesinar a varios dirigentes de las organizaciones revolucionarias y así crear un descontento popular, lo cual propiciarían un acto de repudio general, provocando un caos que sería aprovechado para atentar contra la vida de Fidel Castro. Es importante mencionar que también la jerarquía católica cubana participó activamente en los planes de la CIA de crear una guerra psicológica para desacreditar la Revolución ante su pueblo y de esta manera, facilitar el asesinato de Fidel Castro, así la desestabilización del país caribeño posibilitaría la intervención militar estadounidense.
3. Operación Mangosta
En 1961 el presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower aprobó la Operación Mangosta o Proyecto Cuba como una política exterior hacia la Isla. Se trataba de un programa de acciones encubiertas contra el gobierno revolucionario de la Habana; desde entonces, señalan los críticos, la Casa Blanca dio luz verde a sus ejércitos mercenarios, politiqueros, depredadores y asesinos a sueldo, para derrocar a la Revolución Cubana.
El 30 de noviembre de 1962, la Operación Mangosta también constituyó el plan principal de la administración del presidente John F. Kennedy. El programa era vasto y subversivo, con participación activa de la mayoría de los organismos gubernamentales estadounidenses. Esta Operación fue impuesta a la CIA por militares estadounidenses como el general Maxwell Taylor, debido al fracaso de la Agencia Central de Inteligencia en la invasión mercenaria en Playa Girón (Bahía de Cochinos). Dicha Operación fue la primera en contra de un país al que oficialmente, no se le había declarado la guerra en la historia contemporánea de Estados Unidos.
Entre los objetivos principales de la Operación Mangosta estaba crear un “frente interno” en Cuba, es decir, organizaciones contrarrevolucionarias que trabajaran en contra del gobierno cubano, con actividades subversivas, asesinatos políticos, sabotajes contra la economía, industria e infraestructura del país caribeño, todo dirigido y realizado por la CIA. Con dicha Operación se pretendía crear condiciones enormes de caos en Cuba a través de acciones terroristas, a fin de justificar y permitir una invasión militar directa a la Isla, según especialistas cubanos y estadounidenses. Asimismo, el tema del asesinato a Fidel Castro fue una propuesta de Robert McNamara, entonces secretario de Defensa del gobierno de John F. Kennedy, como la opción más adecuada y urgente para solucionar “el problema cubano”. Así, no sólo se trató de asesinar a Fidel Castro, también se pusieron en marcha 33 tareas especiales: 13 en materia de Guerra económica; 6 en Política; 6 Militares; 5 en Inteligencia; y 4 de Subversión política e ideológica; con posterioridad, se agregaría una tarea de guerra biológica para destruir la zafra de azúcar cubana.
Además de la Operación Mangosta, el Pentágono creó el Grupo Especial Ampliado (SAG, por sus siglas en inglés), dentro del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, cuyo responsable era, Robert Kennedy, fiscal general para supervisar y aprobar las propuestas contra Cuba, como lo explican los investigadores cubanos, Fabián Escalante y Jacinto Valdés- Dapena.
El general Maxwell Taylor, jefe del Grupo Especial Ampliado, había informado al presidente Kennedy que era difícil derrocar al gobierno cubano y por lo tanto, se necesitaba de una intervención militar directa. Así, en agosto de 1962 el presidente Kennedy aprobó los planes de Taylor, es decir, mayor agresividad contra la Isla, pero no debía aparecer que Estados Unidos estaba detrás de la operación. Para ello, Kennedy aceptó las prepuestas de senadores republicanos y demandó al Congreso de Estados Unidos la autorización de ciento cincuenta mil reservistas para una eventual intervención militar directa contra Cuba.
Cabe mencionar que el Departamento de Defensa de Estados Unidos había dirigido sus misiles nucleares hacia la Isla, a pesar de la gran diferencia en la correlación de fuerzas entre ambas naciones en todos sentidos; resultaba difícil entender que Cuba, un país pequeño, con recursos limitados, constituía una amenaza militar contra Estados Unidos; esto se consideró un recurso cínico del imperialismo estadounidense para justificar su política de agresión contra su vecino del sur, afirman los críticos.
Un testimonio de esta Operación lo dio el agente de la CIA John Mac Meckples, capturado en un ataque terrorista en la costa habanera y entrevistado por el periodista cubano Luis Báez, a quien le manifestó que trabajaba activamente en Cuba para asesinar a Fidel Castro y señaló, que en 1956, Estados Unidos buscaba al dirigente cubano y otros revolucionarios en la capital mexicana, es decir, desde hace 57 años (1956-2013), la CIA ha actuado e intentado en cualquier parte de mundo, asesinar a Fidel Castro. Resalta aquí el uso del asesinato político de jefes de Estado a nivel internacional, como un instrumento en la política exterior estadounidense y en particular, en el caso de Cuba.
4. Operación Exterminio
Es difícil entender el conflicto entre Cuba y Estados Unidos, si no se conoce la historia de la Isla, las luchas y esfuerzos de su pueblo durante sus distintos periodos de desarrollo -desde la etapa colonial española hasta el neocolonialismo estadounidense (1902-1958), por su independencia económica y política, hasta hoy, después de más de medio siglo (1959-2013).
Hay que recordar, como ya se ha mencionado, que Estados Unidos ha querido tener a Cuba como su propio territorio, por ello según los investigadores cubanos, Fabián Escalante Font y Jesús Arboleya Cervera, el problema principal es el pueblo cubano, que debe ser exterminado para poder conseguir el objetivo estadounidense. En la siguiente cita podemos ver y entender los objetivos históricos de Estados Unidos hacia Cuba, aunque esta cita es del secretario de Estado estadounidense, John Quincy Adams a principios de 1823.
“Existen leyes políticas, así como de gravitación física; si una manzana separada por la tempestad de su árbol, de su origen, no puede escoger sino caer al suelo, Cuba, por fuerza, separada de su artificial conexión con España, e incapaz de sostenerse por sí misma, solo puede gravitar hacia la unión americana, la cual, por la misma ley de la naturaleza, no puede rechazarse de su seno.”
Bajo este contexto es como hay que ver los planes de asesinato hacia Fidel Castro y las acciones estadounidenses sobre Cuba; el blanco ha sido Castro, como líder y representante de un pueblo que tuvo el valor de liberarse, a través de una lucha armada y popular contra la tiranía batistiana y consecuentemente, contra Estados Unidos. Al respecto, Fabián Escalante resume la Operación Exterminio de la siguiente manera:
“Desde entonces, los gobiernos de Estados Unidos han pretendido destruir el proceso revolucionario. En 1960, con la aprobación de la orden ejecutiva para derrocar al gobierno de la Isla, después, en 1962 con el Proyecto Cuba, que inició el feroz bloqueo que aún perdura; más tarde en 1963, con las “alternativas cubanas”, luego con las leyes Torricelli de 1992 y Helms-Burton de 1996 y, finalmente, en 2003, con el “Plan para la Asistencia a una Cuba Libre”, las administraciones de la Casa Blanca han pretendido exterminar no sólo la Revolución, sino también al pueblo cubano; sin embargo, todo ello ha fracasado por una sola y única razón: la unidad del pueblo cubano y sus líderes en torno a un proceso político, social y económico verdaderamente revolucionario, soberano, independiente y antiimperialista.”
5. El Triángulo asesino
Como ya se ha comentado, los planes e intentos de asesinato hacia Fidel Castro han sido creados y ejecutados por tres fuerzas principales: a) la mafia estadounidense, b) la contrarrevolución cubana y c) las administraciones estadounidenses; por ello, la CIA en todo momento ha colaborado con el crimen organizado, es decir, con la mafia de Estados Unidos.
En su objetivo para eliminar físicamente al líder de la Revolución Cubana, la CIA, desde agosto de 1960 empezó a buscar y reclutar criminales a través de sus altos oficiales como Richard Bissell -subdirector de la CIA y uno de los responsables de diversos planes subversivos, sobre todo en la invasión a Playa Girón- junto con el coronel Sheffield Edwards, Jim O´Connell, y Robert A. Maheu, a fin de encontrar al hombre ideal de la mafia para asesinar a Fidel Castro; incluso, tuvieron contacto con Johnny Roselli, personaje reconocido dentro del hampa y con nexos en el ámbito del juego en Las Vegas y en La Habana prerrevolucionaria; los clientes estadounidenses y extranjeros, estaban dispuestos a pagar cientos de miles de dólares estadounidenses por el crimen.
En una visita a Estados Unidos, Fidel Castro se hospedó en el Hotel Teresa, ubicado en el barrio de Harlem; el plan de la CIA y la mafia consistió en poner una caja de tabacos en un lugar apropiado para que Castro se fumara uno y explotará, volándole la cabeza. Para esta operación la CIA había dado instrucciones a Roselli y su grupo criminal de reclutar a cubanos contrarrevolucionarios que vivían en Florida; Roselli contactó a dos mafiosos conocidos: Momo Salvatore Giancana y Santo Traficante, un gánster prominente de Chicago y el otro, jefe de la Cosa Nostra en Cuba durante la tiranía de Fulgencio Batista, respectivamente.
Estos planes de asesinato no pudieron realizarse gracias a los esfuerzos de órganos de la Seguridad Cubana, pero quedó comprobada la relación y colaboración entre las autoridades estadounidenses y el crimen organizado, así como de la contrarrevolución cubana en su obsesión por eliminar al jefe del Estado cubano.
3. Planes y acciones fallidas: del veneno letal a las bazucas y voladura
La ejecución de los planes y acciones que se han llevado a cabo para asesinar a Fidel Castro por parte de la CIA, han consistido en diversas formas, a continuación se presentan algunas de las más conocidas:
1. Los puros envenados. El 16 de agosto de 1960, la División de Operaciones de la Oficina de Servicios Médicos de la CIA, preparó y entregó a un oficial de la Agencia, una caja de los puros favoritos de Fidel Castro, mismos que habían sido procesados con un veneno letal denominado Botulinum, y con el cual, el líder cubano moriría instantáneamente, con sólo ponerse uno de ellos en la boca. La CIA no pudo realizar sus planes contra Fidel Castro, fracaso que no se explica en los documentos desclasificados de la Agencia.
2. Las bazucas contrarrevolucionarias. El 14 de junio de 1961, elementos contrarrevolucionarios cubanos como Juan Basigalupe Horrendo, también intentó asesinar a Fidel Castro en La Habana. Su plan consistía en que cuando el líder cubano pasara por la avenida Rancho Boyeros, sería atacado por dos jeeps y un auto que estacionarían en un garaje ubicado en dicho lugar, así como un coche tipo panel que estaría enfrente de la Ciudad Deportiva, donde habría agentes armados con metralleta y granadas. Cuando el líder cubano pasara por la avenida de Boyeros, uno de los jeeps bloquearía la vía y el otro atacaría el coche del presidente con bazucas, y al mismo tiempo, los hombres armados ocultos en el panel, abrirían fuego contra los escoltas de Fidel Castro con granadas de mano. Gracias a los esfuerzos de los órganos de la Seguridad de Estado Cubano, jóvenes revolucionarios neutralizaron tales operaciones, fracasaron todos estos planes a través de la detención de la mayoría de los agentes de la CIA y sus armamentos. De esta manera salvaron la vida de Fidel Castro y otros líderes revolucionarios.
3. Bazucas en la Universidad de la Habana. El 13 de marzo de 1963, hubo otro intento de asesinato hacia Fidel Castro a cargo de la CIA, durante la celebración del sexto aniversario del asalto al Palacio Presidencial, en la escalinata de la Universidad de La Habana. El plan era disparar con una bazuca desde un edificio frontal a la escalinata de la Universidad, hacía la tribuna del acto y de esta manera, matar a Fidel Castro y otros líderes cubanos presentes. Los asesinos como Ricardo Olmedo, agente de la CIA, fueron capturados y juzgados por personal de Seguridad del Estado Cubano antes de realizar sus planes.
4. Los atentados en Chile. En noviembre de 1971 el plan de la CIA se realizaría en Chile, durante la visita de Fidel Castro a ese país. Desde el hotel Hilton de Santiago de Chile, ubicado cerca del Palacio de la Moneda y sede del gobierno chileno, se dispararía al líder cubano cuando él se asomara a los balcones, algo similar al asesinato del presidente J. F. Kennedy.
Otro plan de asesinato de la CIA se dio al visitar el presidente cubano una mina de cobre en las montañas, cerca de Antofagasta en Chile , al norte del país latinoamericano. Un coche inutilizado en medio del camino interrumpió la vía, en el automóvil había 400 libras de dinamita conectadas a un detonador eléctrico. En esta ocasión el líder cubano tuvo suerte, porque se empujó el émbolo, pero la dinamita no estalló. En este plan, Luis Posada Carriles –quien actualmente vive en Estados Unidos- terrorista connotado de origen cubano, agente de la CIA y del ejército estadounidense, jugó un papel determinante. Hay que mencionar que los gobiernos de Cuba y de Venezuela han pedido a Estados Unidos por la vía diplomática, la entrega de Posada Carriles para ser juzgado por sus acciones terroristas y criminales.
5. Luís Posada Carriles y la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) . Ambos constituyen un producto del ex presidente estadounidense Ronald Reagan y la CIA; juntos planificaron varios atentados hacia Fidel Castro con ayuda de otros mercenarios y terroristas de origen cubano radicados en Miami, como los siguientes: en 1991, durante la Cumbre Iberoamericana de Guadalajara en México; 1992 en Madrid, España; 1994 en Cartagena de Indias, Colombia; 1997 en la Isla Margarita, Venezuela; 1998 en República Dominicana; y, 2000 en Panamá donde se intentó volar la universidad para matar a Fidel Castro. Todos fueron detectados y neutralizados, gracias al arduo trabajo del personal de Seguridad del Estado Cubano.
6. Comandos L y Alpha 66. Uno de los contrarrevolucionarios más activos y profesionales en actividades terroristas desde finales del año 1959 fue Antonio Cuesta Valle, quien se convirtió en agente de la CIA y jefe de la organización Comandos L y Alpha 66; también fue jefe del terrorista Luís Posada Carriles y juntos actuaban desde Miami.
Antonio Cuesta Valle realizó diversas acciones criminales y terroristas contra su propio pueblo durante muchos años, fue capturado en mayo de 1966 a bordo de una lancha rápida en aguas de La Habana, misma que explotó y estuvo a punto de perder la vida. Algunas de sus actividades fueron las siguientes: a) Conspiración contra la República de Cuba; b) Atentados contra la vida de Fidel Castro; c) Reclutamiento de elementos y creación de organizaciones terroristas contra la Revolución Cubana; d) Coordinación de las acciones entre cubanos y estadounidenses; e) Preparación de barcos y lanchas rápidas para llevar a cabo las acciones encubiertas de Estados Unidos contra Cuba; f) Introducción de armas y explosivos, así como tráfico de contrarrevolucionarios cubanos de la Isla, e introducción de agentes estadounidenses como Bob Stevens, capitán y jefe de grupos especiales de la CIA, quien ingresó a Cuba ilegalmente; g) Ataques a objetivos cubanos con armas, como el caso al hotel Riviera y el Acuarium en Miramar, La Habana; h) Robo de barcos cubanos; e, i) Disparar y tirotear contra los oficiales cubanos que los habían detectado en su entrada ilegal a Cuba.
En una entrevista al escritor cubano Luis Báez, Cuesta Valle señala que todo el daño que él y sus cómplices hicieron contra Cuba fue un error fatal y que este tipo de actividades terroristas ya no sirven, pues Cuba tiene un pueblo unido que respalda a su revolución y su gobierno. Otro aspecto muy interesante del testimonio de Antonio Cuesta señala que el tratamiento recibido en la cárcel en Cuba fue de respeto, incluso le salvaron la vida, aspecto muy importante en el contexto de los Derechos Humanos, un trato humano, pues esperaba que lo fusilaran por sus ataques a Cuba.
7. John Mac Meckples, agente estadounidense de la CIA, quien fue capturado en mayo de 1966 a bordo de una lancha rápida en aguas de La Habana. Meckples explica, como Estados Unidos y la CIA han ejercido el terrorismo de Estado no solamente contra Cuba, sino contra otros países latinoamericanos; asimismo, el asesinato de sus adversarios políticos con métodos crueles y rechazables en el contexto democrático, respaldados por las administraciones estadounidenses en su afán de asegurar su dominación política, económica, militar y cultural en el continente americano. En este sentido, la Cuba socialista con Fidel Castro al frente, ha jugado un papel determinante como obstáculo y resistencia contra tal dominación imperialista estadounidense, afirman los críticos.