La crisis ha disparado el robo de cobre y chatarra de buques que la Armada española ya ha dado de baja. Se han registrado casos en prácticamente todos los puertos militares y arsenales de España, el más grave en Ferrol: la fragata Baleares y la Extremadura han sido completamente desvalijadas en los últimos meses.
La Guardia Civil encontró hace algunos meses diversas piezas y material procedente de embarcaciones de la Armada en desguaces locales de las proximidades de Ferrol. El hallazgo dio lugar al inicio de las investigaciones por parte de un juzgado territorial de instrucción, pero el caso ha pasado a manos del Juzgado Militar, al detectarse que puede haber implicados algunos militares destinados en la base de La Graña donde se produjeron los hechos. De momento no ha habido imputación o detención alguna.
En concreto, las fragatas Baleares y Extremadura, amarradas en la base naval ferrolana desde su baja del servicio, han sido ‘vaciadas’ de hilo de cobre y de otro tipo de materiales. Entre ellos,vainas de armamento antiguamente utilizadas por estas fragatas.
Saqueo a los buques ‘jubilados’
El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con fuentes de la Armada para averiguar si esta situación se circunscribe únicamente a Ferrol o también afecta a otros arsenales y bases navales españolas. “En Rota y en Cartagena, sobre todo, se han producido situaciones semejantes” comentan a ECD estas voces.
Explican que con la crisis han aumentado los intentos de ‘pillaje’ en prácticamente todas las instalaciones de la Armada, y se han registrado desapariciones de material –sobre todo cobre y ferralla- de buques a los que se ha dado de baja en el servicio en los últimos años.
En ocasiones, los robos –en su amplia mayoría por parte de civiles dedicados a la chatarra- se producen mientras los buques están amarrados en instalaciones o astilleros civiles, en espera de ser subastados.
En estos casos, explican, la vigilancia es menor que la de las bases militares, ya que en los últimos años se han reducido las patrullas nocturnas de vigilantes privados como consecuencia de la crisis.